España es un país rico en diversidad cultural, histórica y natural. Entre sus múltiples atractivos, se encuentran sus pueblos, que conservan el encanto, la tradición y la belleza de antaño. Existen opciones para todos los gustos, desde zonas en las que reina la herencia árabe, como Albarracín (Teruel) o elecciones para aquellos que disfrutan de la arquitectura popular marinera, como Cudillero (Asturias).
Estos son solo algunos ejemplos de los pueblos de España, cada uno con su propia personalidad, su característica historia y magia. Mudarse a uno de ellos es una decisión que ha de ser meditada, pero que ofrece múltiples ventajas para quiénes la tomen.
Si buscas un cambio de ritmo, una mayor conexión con el entorno y una vida armoniosa, vivir en un pueblo puede ser una buena opción.
Conexión con la naturaleza
La vida en un pueblo te permite disfrutar de paisajes verdes, aire puro, tranquilidad y biodiversidad. Esto implica una mejora en tu salud física y mental, ya que estar en contacto con la naturaleza supone respirar un aire más puro y limpio, beneficiando a nuestro sistema respiratorio y cardiovascular.
Además, la exposición controlada al sol influirá en una mejor síntesis de vitamina D, esencial para el buen funcionamiento de nuestro organismo, ya que interviene directamente en la absorción del calcio, el fortalecimiento de los huesos, el sistema inmunológico y la prevención de enfermedades como la osteoporosis o la depresión.
Como añadido, podrás disfrutar de la belleza y diversidad de la naturaleza, que ofrece paisajes maravillosos, colores variados, sonidos relajantes y una gran variedad de especies animales y vegetales.
Un estilo de vida mucho más relajado
Al vivir en un pueblo, los horarios parecen detenerse, lo que se traduce en mayor tiempo para escuchar tus propios pensamientos y aprovechar los entornos rurales con la familia. Llevar un estilo de vida más relajado supone numerosos beneficios:
- Ayuda a concentrarse mejor en las tareas y a ser más creativo
- Favorece la desconexión ante preocupaciones y ayuda a afrontar los problemas con más calma
- Genera resistencia ante los problemas de digestión y otras enfermedades relacionadas con el estrés
- Ayuda a prevenir el envejecimiento prematuro y mejora la apariencia de la piel
- Mejora la autoestima, el humor y las relaciones interpersonales
Colabora a aumentar las relaciones personales
«En un pueblo, todo se sabe» y esto se relaciona directamente con un mayor contacto entre los vecinos. Un gesto tan simple como mantener relaciones personales, cercanas y colectivas es bueno por diferentes motivos:
- Mejora la comunicación, el respeto y la colaboración entre las personas que comparten un espacio común
- Ampliar la red de contactos y apoyo social facilita el acceso a oportunidades laborales, favores o recomendaciones
- Aumentar el sentimiento de pertenencia mejora la autoestima, el humor y la felicidad
- Prevenir la soledad y el aislamiento social afecta positivamente a la salud física y mental
- Fomenta la empatía, la tolerancia y la solidaridad entre personas de diferentes edades, culturas y opiniones
- Mejora la seguridad y el cuidado del entorno al contar con personas que se preocupan por el bienestar común.
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Viviendas más grandes y económicas
Generalmente, el precio del metro cuadrado en los pueblos suele ser más bajo que en las grandes ciudades, lo que permite acceder a una vivienda más espaciosa y con muchos más extras como número de habitaciones, terraza o piscina.
Comprar una vivienda en un municipio de menos de 5.000 habitantes en España es un 51,8% más barato que la media nacional. Por ejemplo, el precio medio del m2 en el municipio El Carpio de Tajo, en Toledo, en abril de 2023 era de 407 euros/m2. En cambio, el precio medio de las casas en venta en Madrid para la misma fecha era de 3.977 euros/m2.
Deducciones fiscales y ayudas económicas
En algunas comunidades autónomas, los vecinos de pueblos en riesgo de despoblación reciben deducciones por el alquiler, por la adquisición y rehabilitación de vivienda, por el establecimiento de autónomos en zonas rurales o por los gastos derivados de las escuelas infantiles.
Las deducciones en el IRPF por compra, rehabilitación o alquiler de vivienda habitual están disponibles en zonas rurales en riesgo de despoblación y varían según la comunidad autónoma, pero pueden llegar hasta el 20% de las cantidades pagadas, con un límite máximo que oscila entre los 700 y los 10.000 euros anuales.
También se ofrecen bonificaciones en el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones por adquirir bienes inmuebles situados en municipios con menos de 5.000 habitantes o con una densidad de población inferior a 12,5 habitantes por kilómetro cuadrados.
Menos contaminación
La reducción del tráfico o de la basura respecto a las grandes ciudades, sumado a su cercana localización a bosques o playas, hace que el ambiente, en general, sea más limpio.
Aunque la contaminación puede afectar tanto a las zonas urbanas como a las rurales, dependiendo de los factores que la causen y de las medidas que se tomen para prevenirla o reducirla, existen ciertas características que favorecen una mayor contaminación en las ciudades, como, por ejemplo, la actividad industrial, que puede generar contaminación atmosférica, del agua o del suelo por la emisión de gases, líquidos o residuos tóxicos.
Realmente no existe relación directa entre vivir en un pueblo y tener menos contaminación, sino que depende de muchos factores que pueden variar según el lugar y el momento. Lo que sí se puede hacer es adoptar hábitos más sostenibles y respetuosos con el medio ambiente.
La vida en el pueblo es más económica
Lo caro o barato que puede ser un pueblo depende de muchos factores, como el tipo de vivienda, la alimentación, el transporte, el ocio o la telefonía, pero, en general, vivir en un pueblo suele ser más barato que en una ciudad.
Para tener una idea más precisa del coste de vida en un pueblo, se puede consultar el índice de precios al consumo (IPC) o el poder adquisitivo de las familias. Estos indicadores permiten comparar el coste de vida entre diferentes territorios, teniendo en cuenta los precios del alquiler y los de otros bienes y servicios.
Según estos indicadores, las ciudades más caras de España son Madrid y Barcelona, con un coste de vida un 20% más alto que la media nacional. Mientras que las ciudades más baratas son Elda-Petrer (Alicante) y Puertollano (Ciudad Real), con un coste de vida un 31% más bajo que la media.
idealista
Niveles de estrés más bajos
En los pueblos el ritmo de vida es más relajado y, ciertos factores, colaboran a reducir el estrés:
- Un menor nivel de contaminación acústica, atmosférica y lumínica, que puede favorecer el descanso, la salud y el bienestar
- Un mayor contacto con la naturaleza, que puede proporcionar beneficios psicológicos como la relajación, la reducción de la ansiedad y la mejora del estado de ánimo
- Un menor coste de vida, que puede aliviar la presión económica y permitir una mayor calidad de vida
Mejora tu salud física
Al vivir en un pueblo la salud puede mejorar debido a ciertos aspectos que pueden influir:
- La menor contaminación y el mayor contacto con la naturaleza pueden favorecer el descanso, la relajación, el estado de ánimo y la prevención de enfermedades respiratorias o cardiovasculares.
- El mayor sentido de comunidad y el apoyo social pueden facilitar la integración, la cooperación y la felicidad
- La menor exposición a ciertos factores estresantes específicos de las ciudades, como los atascos, las prisas o la contaminación.
Aparcar cerca de casa
Esto puede parecer un detalle menor, pero puede solucionarte el problema tan recurrente de las ciudades de falta de espacio para aparcar.
A pesar de que este beneficio depende de varios factores, como el tamaño, la ubicación y la época del año, así como de las normas y las opciones de aparcamiento disponibles, es evidente que, al haber menos población que en las ciudades, hay mayor cantidad de espacio para aparcar.