La Generalitat catalana ha comprado 137 viviendas a Sareb para destinarlas a alquiler social por 9,6 millones de euros, mientras que ha estimado que el coste de estos activos en el mercado sería de 23,2 millones, según ha informado la Conselleria de Territorio. La titular del departamento, Ester Capella, ha vuelto a reclamar a la empresa que ceda de manera gratuita sus inmuebles: «Los hemos pagado entre todos», ha dicho en la presentación de la compra de 98 viviendas en Vilanova i la Geltrú (Barcelona).
A lo largo de 2023, Sareb ha vendido a Incasòl un total de 146 viviendas y 471 activos contando suelos, locales y anejos (trasteros y garajes) ubicados en distintos municipios. Además, Incasòl «está valorando y gestionando la futura adquisición de 9 promociones más de Sareb con un total de cerca de 200 viviendas, dentro del marco de colaboración abierto entre ambas organizaciones».
Además de las 137 unidades adquiridas recientemente a la sociedad que gestiona los activos de la banca rescatada, la Generalitat también ha comprado 20 viviendas repartidas en dos inmuebles más en Valls (Tarragona) y 19 más en Constantí (Tarragona), pertenecientes a un único edificio. Estas adquisiciones se enmarcan en el programa del Ejecutivo catalán para incorporar 10.000 viviendas al parque público hasta 2026.
La Generalitat ha comprado las viviendas presentadas en Vilanova de una promoción de 168, junto a siete locales, 141 trasteros y 169 plazas de párking. El edificio quedó inacabado en 2007 y requiere reducir las distribuciones interiores de las viviendas, acabar los espacios comunes y activar las instalaciones particulares y comunitarias.
El Ejecutivo catalán prevé que estén listas para entrar a vivir a finales de 2026, cuando será la Agència de l’Habitatge de Catalunya quien gestionará su adjudicación entre las familias solicitantes de vivienda de protección social.
Las viviendas de Constantí están «prácticamente acabadas»: las intervenciones que requerirán durarán aproximadamente un mes y empezarán en marzo. En cambio, en la promoción de Valls «no ha habido ningún mantenimiento y está vandalizada», por lo que la Generalitat prevé acabar su rehabilitación a finales de 2024.