El palacio de Zea-Salvatierra se levantó a finales del siglo XVII y principios del XVIII, justo al lado de la catedral de Málaga. Fue una propiedad original del presbítero Francisco de Zea Salvatierra, llegó a ser sede del Ayuntamiento de la ciudad durante el reinado de Isabel II y durante el pasado siglo acogió la Casa de Correos. Tras pasar a manos privadas, ahora se vende en idealista uno de los pisos del edificio por 2,2 millones de euros, tras aplicar un descuento de medio millón sobre su precio inicial.
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El inmueble se encuentra protegido por el Plan PEPRI de protección del casco histórico de Málaga, y es uno de los edificios barrocos más emblemáticos de la capital andaluza y destaca por la portada de piedra de su fachada en dos plantas. A ambos lados se sitúan los escudos de los fundadores de la casa.
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A lo largo de su historia, este palacio ha pasado de ser la sede del Ayuntamiento de Málaga durante el reinado de Isabel II, sufriendo un asalto durante la Revolución de 1868, que acabó con dicho reinado. La puerta de entrada de la vivienda se mantiene original con detalles de la época. Hasta mediados del siglo pasado fue la Casa de Correos antes de pasar a manos privadas.
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Tras entrar en el edificio se accede a un patio porticado, remodelado en el siglo XIX, formado por arquerías sobre columnas de mármol con capiteles corintios. Para acceder a la vivienda en venta, situada en la segunda planta, se puede hacer por el ascensor de paneles de madera o por las amplias escaleras, tipo palaciegas.
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En su interior, la vivienda se caracteriza por un salón de gran tamaño con chimenea y grandes ventanales con impresionantes vistas a la catedral y al jardín. Uno de los baños contiguos al salón incluye una gran vidriera circular. Desde el recibidor se accede a tres amplios dormitorios con armarios empotrados y ornamentados en madera tallada, uno de ellos con cuarto de baño en suite y otro con la segunda chimenea de la vivienda.
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Además, cuenta con cocina y zona de servicio con un dormitorio y cuarto de baño. Desde la cocina aparece una escalera de caracol, dando acceso a la terraza.
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