El gobierno alemán ha acordado un paquete de medidas para apoyar a una industria de la construcción de vivienda en dificultades. El Ejecutivo de Olaf Scholz acordó un plan de 14 puntos para abordar la creciente crisis inmobiliaria en el país. Entre los cambios se encuentra relajar los códigos medioambientales de edificación.
El canciller, Olaf Scholz, se reunión con la industria de la construcción y varios líderes gubernamentales para tratar el problema de acceso a la vivienda. «En Alemania es necesario construir más viviendas asequibles. Esto significa que debemos ampliar considerablemente nuestra actividad en el sector de la construcción», afirmó Scholz en Berlín tras la reunión de crisis con representantes de la industria de la construcción alemana.
Scholz, junto con la ministra de Vivienda, Klara Geywitz, afirmó que su Administración suspenderá indefinidamente los planes para exigir normas más estrictas de aislamiento de los edificios. Esto significa una renuncia al estándar de ahorro de energía EH40, una medida de eficiencia energética que requiere que un edificio utilice sólo el 40% de la energía de un edificio nuevo comparable.
La coalición formada por los socialdemócratas de centro izquierda (SPD), los ecologistas Verdes y los neoliberales Demócratas Libres (FDP) había acordado que la norma EH40 se convirtiera en estándar para la construcción de casas a partir de 2025.
«En vista de las difíciles condiciones actuales en el sector de la construcción y la vivienda debido a los elevados tipos de interés y los costes de construcción, durante este período legislativo ya no es necesario el anclaje de la norma EH40 como norma legal obligatoria para las nuevas construcciones, y se suspenderá», confirma el documento publicado por el gobierno alemán.
Una debilitada industria de la construcción en Alemania trata de reaccionar
El gobierno germano planea invertir de 18.000 millones de euros en el sector de aquí a 2027, una cifra récord en Alemania.
Otras medidas incluyen ampliar el acceso a créditos asequibles a las promotoras y el llamado ‘bono climático’ para reemplazar los sistemas de calefacción de combustibles fósiles por otros respetuosos con el clima.
Scholz apuesta por las viviendas prefabricadas y modulares, que generarán importantes ahorros no solo monetarios, sino a efectos burocráticos. Desde la cancillería afirman que un mismo tipo de vivienda podría obtener la aprobación general del código de edificación y así poder construirse en cualquier estado federal sin necesidad de más procedimientos burocráticos en cada ocasión.
El plan original EH40 había sido objeto de duras críticas por parte del sector de la construcción durante meses, entre otras cosas, por el fuerte aumento de los costes de construcción.
“En la fase de tipos de interés bajos se han desarrollado estándares cada vez más altos para la vivienda a nivel federal, estatal y local”, afirmó la ministra de Vivienda, Klara Geywitz (SPD), a la emisora pública ARD. «Ahora los tres niveles de gobierno tienen que entender: tenemos que bajar los estándares y reducir los costos».
El Gobierno alemán ayudará en los proyectos en los que espacios de oficinas y locales se convierten en viviendas, así como en programas de ayudas parciales a la renovación de edificios existentes en lugar de nuevas construcciones.
Estos fondos provendrán del llamado Fondo climático y de transformación, un fondo separado no incluido en el presupuesto federal.
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Los precios de las propiedades residenciales en Alemania se enfrentan a una grave caída: en lo que va de año han sufrido su mayor caída desde que comenzaron los registros en 2000, según muestran los datos de la Oficina Federal de Estadísticas.
Las estadísticas también muestran que los permisos de construcción de apartamentos en la mayor economía de Europa cayeron un 31,5% en julio en comparación con el mismo mes del año anterior, ya que los precios de la construcción aumentaron casi un 9% interanual.
El gobierno señaló en un estudio una caída interanual del 27% en las solicitudes de permisos de construcción en el primer semestre de 2023. En su acuerdo de coalición, el Ejecutivo de Olaf Scholz había fijado el objetivo anual de 400.000 nuevos pisos. Hasta la fecha se ha quedado muy lejos de ese objetivo.
La Federación Alemana de Inmobiliarias (ZIA) se mostró entusiasmada con el anuncio del lunes. «El nuevo realismo (del gobierno) muestra que las conversaciones de la semana pasada valieron la pena el esfuerzo», dijo en un comunicado.
Los grupos ecologistas como la filial alemana de Amigos de la Tierra (BUND) se mostraron notablemente menos entusiasmados. «El nuevo plan de construcción y vivienda del gobierno no marca el camino hacia una vivienda equitativa y un futuro ecológico, sino más bien hacia una catástrofe», afirmó la directora general Antje von Broock.