El mercado sigue reaccionando al contratiempo financiero que han protagonizado en los últimos días el banco californiano Silicon Valley Bank (SVB). La internvención de la entidad por parte del Gobierno de EEUU durante el fin de semana, sumada a las recientes liquidaciones de bancos especializados en el mercado de las criptodivisas Signature Bank y Silvergate, provocó fuertes pérdidas en las bolsas mundiales en la primera sesión bursátil de la semana. Pero el protagonista de este 14 de marzo ha sido el euríbor a 12 meses.
El indicador de referencia para la mayoría de las hipotecas variables en España ha sufrido una fuerte caída en tasa diaria, al pasar de moverse en el 3,858% al 3,509% en apenas 24 horas. Se trata del mayor descenso que ha experimentado el indicador en tasa diaria de la serie histórica en términos absolutos (es decir, en puntos básicos), aunque no en términos porcentuales. En ese caso, el retroceso alcanza el 9%, frente al más del 11% que se dejó a finales del pasado mes de julio (tras pasar del 1,044% al 0,921% entre el día 28 y el 29 de dicho mes).
La bajada se produce días después de que el índice hipotecario se quedara a las puertas del 4%, descontando la subida de los tipos de interés por parte del Banco Central Europeo (BCE) que esperaba el mercado para este próximo jueves, 16 de marzo. Desde hace semanas, la máxima autoridad monetaria y financiera en la eurozona ha dejado entrever sus intenciones de aplicar un nuevo incremento de 50 puntos básicos, hasta dejar el precio del dinero en el 3,5%, máximos desde finales de 2008.
Sin embargo, el temor a que el colapso de SVB desencadene un efecto contagio que agite la estabilidad financiera a ambos lados del Atlántico ha cambiado el guion previsto: el mercado vaticina ahora un ritmo de subidas de tipos más moderado de lo esperado tanto por parte de la Reserva Federal como del Banco Central Europeo (BCE), al considerar que los bancos centrales primarán la estabilidad financiera a la lucha contra la inflación. Y en el caso de EEUU, incluso se esperan bajadas en la segunda mitad del año.
De momento, y pese al fuerte descenso de estos últimos días, la media mensual provisonal del euríbor a 12 meses se mantiene en el 3,84%, frente al 3,534% que registró de media en febrero. Y son muchas las voces que defienden que nos encontramos ante una reacción excesiva del mercado y que los bancos centrales tendrán que seguir subiendo tipos hasta que se modere la inflación.
«No estamos en un punto de inflexión. Creo que simplemente es una sobrerreacción a la incertidumbre del contagio, porque el cierre de dos bancos estadounidenses que invertían en bonos los depósitos de los clientes no tiene absolutamente nada que ver con una posible recesión o una caída de la inflación. Lo lógico es que en los próximos días o semanas veamos cómo vuelve a subir el euríbor», asegura Juan Villén, director general de idealista/hipotecas.
Según Manuel Romera, director del sector financiero en IE Business School, el hecho de que el mercado descuente que los tipos de interés no van a subir tanto «es pan para hoy y hambre para mañana. Si hay inflación, y tiene pinta de que no va a remitir fácilmente al ser una inflación de oferta energética, a la Reserva Federal no le va a quedar más remedio que subir tipos y a Europa todavía con más razón. Rescatar bancos es lo contrario de lo que hay que hacer para controlar la inflación, ya que inyectas más dinero en la economía y eso es más inflacionista; es decir, todo el dinero que se inyecte para rescatar bancos conllevará más subidas de tipos en el futuro».
Desde BBVA Research también descartan que la nueva tormenta financiera provoque un giro sustancial en la estrategia de los bancos centrales. Según el servicio de estudios de la entidad, la crisis se ha producido por una gestión «extraña y negligente» del banco californiado, y descarta que vaya a provocar «un problema estructural», al ser un banco de nicho, que pueda alterar significativamente las políticas de los bancos centrales en la lucha contra la inflación, sobre todo en el caso del BCE.
En esa misma línea, el economista Miguel Córdoba insiste en que «se está creando una especie de crisis generalista de algo que es un fenómeno puntual en la Costa Oeste de Estados Unidos. Es un banco pequeño, pero muy mal gestionado, porque no tiene sentido captar depósitos para invertirlos en deuda pública cuando los tipos de interés están próximos a cero, puesto que si suben los tipos, tu inversión sigue sin rentar, pero los depositantes te piden rentabilidad y si no se la das se van a otro banco. Sin embargo, parece que todo el mundo se ha vuelto loco: las bolsas caen, los analistas auguran otra crisis financiera… Creo que esto no tiene que llegar a más, que las bolsas se tienen que recuperar y que la Fed debería vigilar más las cuentas de los bancos norteamericanos».
Sergio Ávila, analista de mercado de IG, añade que la crisis de SVB ha puesto de manifiesto un problema que «hay que vigilar de cerca», como son las pérdidas que los bancos pueden registrar en sus carteras de bonos a largo plazo, ya que los precios han caído de manera significativa por las «agresivas» subidas de tipos de interés en un corto periodo de tiempo, y su impacto sobre la liquidez de los bancos.
En el caso concreto de Europa, Ávila señala que el mercado tiene «la sensación de que algo se puede romper también» en la eurozona. «Más que un problema de contagio [por las caídas que la banca registró este pasado lunes], puede ser un problema de que, con la continuación de las políticas agresivas de los bancos centrales, más entidades puedan verse en una situación similar, también en Europa. Y eso incluye a España», recalca el experto.
Desde la firma de análisis Link Securities, por su parte, recalcan que «si bien los inversores siguen apostando a que la Fed volverá a subir sus tasas de referencia en 25 puntos básicos en la reunión que celebrará su Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) la semana que viene, a partir de ese momento ya no esperan más incrementos. Es más, apuestan nuevamente porque la Fed comience a reducir los tipos oficiales antes de que finalice el año. No tenemos tan claro que ello vaya a ser así. Lo que sí es evidente es que si ya antes la labor de la Fed era compleja, ahora, tras las caídas del SVB y del Signature Bank el pasado fin de semana, el trabajo de la máxima autoridad monetaria estadounidense se complica mucho más, como también lo hace el del resto de bancos centrales».