Las reformas pueden ser un verdadero quebradero de cabeza, además del gasto económico y de tiempo que suponen. Pero, ¿y si pudieras reformar tu vivienda por menos de 1.000 euros?
Te proponemos cinco ideas que le darán un lavado de cara a tu inmueble sin necesidad de dejarte un riñón en el intento. Considéralas como ‘mini reformas’ que podrás llevar a cabo para quitarte el gusanillo de renovar tu hogar.
Cambiar el suelo del salón
El precio de cambiar el suelo del salón dependerá de los materiales elegidos, la mano de obra, el estado del suelo anterior y del espacio con el que se cuenta. Por ejemplo, no es lo mismo cambiar el suelo de un salón de 15 metros cuadrados que otro de 25.
De forma general, el precio medio de cambiar el suelo de un salón de 20 metros cuadrados es de unos 20 euros/metro cuadrado, más la instalación, que supone unos 10 euros/metro cuadrado. Asimismo, el coste total rondaría en unos 600 euros.
Entre los materiales más habituales para el suelo del salón se encuentran la tarima flotante, el parquet, el suelo laminado, el suelo vinílico, el microcemento y el gres porcelánico. Cada uno tiene sus ventajas e inconvenientes en cuanto a estética, resistencia, mantenimiento y precio:
- La tarima flotante es un suelo de madera natural que aporta calidez y elegancia, pero que requiere cuidados especiales y puede dañarse con la humedad o los golpes. Su precio ronda los 45 euros/metro cuadrado.
- El parquet es otro tipo de suelo de madera que se pega directamente al suelo anterior. Su precio puede variar entre 20 y 80 euros/metro cuadrado según la calidad de la madera.
- El suelo laminado es una opción más económica y resistente que imita la apariencia de la madera o de otros materiales. Su precio oscila entre 5 y 30 euros/metro cuadrado.
- El suelo vinílico es un material sintético que se puede colocar en forma de lamas, losetas o rollos. Es muy versátil, impermeable y fácil de limpiar. Su precio va desde los 10 hasta los 40 euros/metro cuadrado.
- El gres porcelánico es un tipo de cerámica muy resistente y duradera que se puede encontrar en una gran variedad de diseños y formatos. Su precio puede ir desde los 15 hasta los 60 euros/metro cuadrado.
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Retirar puertas fijas e instalar puertas correderas
Las puertas correderas son una opción cada vez más popular para aprovechar el espacio y dar un toque moderno a las estancias. Sin embargo, su instalación puede tener un coste variable según el tipo, el material y la dificultad de la obra.
El precio medio de instalar una puerta corredera es de unos 229 euros, no obstante, el precio puede variar dependiendo de varios factores:
- Tipo de instalación: Si la puerta corredera es superpuesta, es decir, que se desliza por fuera de la pared, el coste será menor, rondando los 300 euros. Si es empotrada, requiere abrir un hueco en la pared y colocar un armazón, lo que supone un presupuesto entre 600 o 1.000 euros.
- El material de la puerta: Las más habituales son las de madera, que pueden tener un coste de entre 100 y 400 euros por unidad. También hay puertas correderas de cristal (que son más caras), de PVC o aluminio (que suelen ser más económicas y resistentes).
- El tamaño y el diseño de la puerta también pueden afectar al precio final.
Por último, hay que tener en cuenta el coste de la mano de obra, que dependerá del tiempo y la complejidad del trabajo. La instalación puede costar entre 50 y 300 euros, dependiendo del tipo de puerta y si se necesita obra o no. En general, te recomendamos pedir varios presupuestos a profesionales para comparar precios y elegir la mejor opción.
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Cambiar las ventanas por unas de PVC
Las ventanas de PVC son una opción cada vez más demandada por sus ventajas en cuanto a aislamiento térmico y acústico, durabilidad y mantenimiento. Sin embargo, el precio de cambiar las ventanas por unas de PVC puede variar según varios factores, como el tamaño, el tipo de apertura, el perfil, el color, los accesorios o la dificultad de la instalación.
El precio medio de una ventana fija de PVC con vidrio transparente de 4 milímetros y unas medidas de 100 x 100 centímetros es de 87,20 euros. Sin embargo, si se opta por una ventana oscilobatiente de dos hojas con persiana y vidrio bajo emisivo, el precio se eleva a 390 euros.
Cambiar la bañera por un plato de ducha
Cambiar la bañera por un plato de ducha ofrece ventajas como ahorrar espacio, mejorar la accesibilidad, reducir el consumo de agua y modernizar el aspecto del baño.
El precio medio en España por cambiar una bañera por una ducha suele rondar entre 700 y 1.200 euros para calidades básicas, aunque también hay presupuestos por 500 o 600 euros para casos low cost.
El precio puede aumentar si se opta por platos de ducha de resina, pizarra o a medida, mamparas de cristal templado o con tratamientos antical, grifería termostática o con efecto lluvia, incluso baldosas o mosaicos de diseño.
Un plato de ducha acrílico puede salirte por unos 100 euros; un plato de ducha cerámico por 150 euros; un plato de ducha de resina desde 200 euros; y un plato de ducha de pizarra desde 250 euros.
Calcula cuánto cuesta la reforma de tu baño.
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Pintar las paredes del salón
Pintar las paredes del salón y empapelar una pared puede ser una forma de renovar el aspecto de la casa sin gastar mucho dinero. El precio medio de pintar un salón en España es de 9,20 euros/metro cuadrado, lo que significa que pintar un salón de 20 metros cuadrados supondría un gasto de unos 184 euros.
Este precio incluye la pintura plástica, el material necesario y la mano de obra. Sin embargo, el precio puede variar según el estado de las paredes, el color seleccionado y la dificultad del trabajo.
Si también quisieras empapelar alguna de las paredes del salón, podrías hacerlo desde 15 euros/metro cuadrado, lo que significa que empapelar una pared de 10 metros cuadrados costaría unos 150 euros. Este precio incluye el papel pintado, el pegamento, el material necesario y la mano de obra.
El coste total de pintar las paredes del salón y empapelar una de ellas sería de 334 euros aproximadamente, sin contar con los posibles imprevistos o gastos adicionales. Este coste podría reducirse si se opta por hacerlo uno mismo, pero se debe tener en cuenta que se requiere cierta habilidad y experiencia para obtener un buen resultado.