Si tienes previsto mudarte de casa, seguramente te encuentres inmerso en una montaña rusa de emociones. Cambiar de vivienda es muy gratificante si has encontrado la casa de tu sueños, pero hay que hacer un montón de trámites y a veces incluso son necesarias reformas. Al mismo tiempo, antes de instalarse de manera definitiva, conviene llevar a cabo algunas tareas. Una de las más importantes, sin duda alguna, es realizar una limpieza profunda y exhaustiva.
Hay muchos recovecos escondidos que en una casa vacía son más accesibles y, por tanto, fáciles de limpiar sin la presencia de mobiliario u otros objetos decorativos. Pero es que además, hay que extremar la limpieza en algunos espacios, como por ejemplo el extractor de la cocina, los armarios, los altillos y las tuberías. Cada rincón exige un tipo de limpieza si lo que queremos es dejarlo perfecto para entrar a vivir. En este artículo encontrarás toda una serie de consejos para dejar tu nueva casa como los chorros del oro. Verás qué fácil es organizarte para disfrutar de tu nueva casa desde el principio.
Planifica una limpieza antes de la mudanza
Antes de ponerte manos a la obra con las tareas de la limpieza, es crucial que planifiques y organices tus tareas. Te recomendamos preparar una lista detallada de todas aquellas áreas que necesitan ser limpiadas y desinfectadas, sin olvidarte de aquellas que exigen emplearse a fondo. Divide el trabajo en distintas etapas que te faciliten la tarea: de este modo te asegurarás de que no te olvidas de ningún recoveco oculto.
Empléate a fondo en la cocina y los baños
La cocina y los baños suelen ser los espacios de la casa que más desgaste sufren. También son los que acumulan más grasa y suciedad, en general. Por eso te recomendamos comenzar por los espacios más difíciles. Retira los filtros extractores y límpialos con agua caliente y detergente. Si quieres evitar los productos tóxicos, revisa qué tipo de sustancias puedes usar para dejarlo todo bien limpio y desinfectado. Tienes muchas alternativas. Eso sí, es muy probable que para la campana necesites un desengrasante potente. En los baños, también puedes usar sistemas de limpieza a vapor: te vendrán fenomenal para eliminar virus, bacterias y hongos, así como para desincrustar la suciedad más difícil.
Revisa los muebles altos de la cocina y los altillos
En cuanto termines con la cocina y los baños, puedes ponerte manos a la obra con los muebles altos y los altillos. Encima suele acumularse mucho polvo y suciedad, pero esta no se ve a simple vista. Te recomendamos limpiar las superficies con un limpiador multiusos, asegurándote de llegar a esquinas y bordes. Si los estantes son extraíbles, puedes sacarlos para limpiarlos más a fondo. No llenes los armarios sin antes haberte asegurado de que no hay nada en los cajones y que las superficies están limpias al cien por cien. En este caso puede resultarte útil aspirar y rematar con un paño húmedo. Si evitas los residuos químicos, mejor que mejor.
Repasa paredes y esquinas
¿Sabías que las paredes (especialmente si son de baldosas) acumulan mucho polvo y suciedad? Puedes usar una aspiradora que tenga accesorios especiales para limpiar esquina y molduras, así como cualquier otro recoveco que quede sin hacer. Si puedes, usa agua jabonosa para limpiar las paredes y las baldosas. Ah, y que no se te olviden los interruptores y los enchufes. Es aquí donde suele acumularse más grasa y suciedad por el uso cotidiano. Si puedes, antes de mudarte dale una mano de pintura a las paredes. ¡Si eliges los colores adecuados, verás qué cambio!
Las paredes son a menudo pasadas por alto, pero acumulan polvo y suciedad con el tiempo. Utiliza una aspiradora con accesorios especiales para limpiar las esquinas y las molduras. Luego, lava las paredes con un limpiador suave y agua. Presta atención a las áreas alrededor de los interruptores de luz y enchufes.
Reparaciones en tuberías y desagües
Si la casa es antigua (o ya tiene unos años) es muy probable que las tuberías y desagües acusen el desgaste del tiempo. Esto son puntos críticos que pueden acumular bacterias y olores desagradables, de modo que será necesario ponerse manos a la obra con la desinfección. Puedes usar agua caliente con vinagre, que es una mezcla muy efectiva y natural. Con ello eliminarás cualquier acumulación de suciedad. Sería ideal, además, que puedas ayudarte de un técnico para hacer aquellas reparaciones y reformas que sean necesarias para empezar a vivir en la nueva casa con buen pie.
Purgar radiadores y sistemas de calefacción
En la puesta a punto de tu casa también debe tenerse en cuenta el confort. No hay nada más incómodo (especialmente en invierno) que mudarse a una casa en la que los sistemas de calefacción no funcionan. Si la vivienda cuenta con calefacción central, tendrás que purgar los radiadores y asegurarte de que la caldera y cualquier otro mecanismo funcionan adecuadamente. Con la purga se eliminará el aire atrapado y la calefacción funcionará correctamente. Si tienes otro sistema en casa, igualmente tendrás que proporcionarle el mantenimiento necesario.
Desinfección para alergias
Si hay personas en tu hogar que sufren de alergias, la desinfección es esencial. Utiliza productos desinfectantes que sean seguros para personas alérgicas y estén libres de fragancias demasiado fuertes. Es fundamental que revises todas aquellas zonas que suelen acumular alérgenos. Nos referimos a alfombras, cortinas u otros rincones oscuros, aunque lo más lógico es que si te mudas a una casa por primera vez, este tipo de textiles no sean de segunda mano, sino que los lleves nuevos o de segunda mano, pero que sean tuyos. Si vas a mantener las alfombras, aspíralas bien y, a ser posible, llévalas al tinte. Un servicio profesional te ayudará a dejarlas completamente desinfectadas.
Ya ves que antes de mudarse a una vivienda hay que ponerse muy en serio con la limpieza. Planifica este proceso de manera anticipada para conseguir una casa limpia y bonita cuanto antes. Paso a paso conseguirás que tu nuevo hogar esté listo para recibirte con los brazos abiertos. ¡Y a disfrutarlo!