El CEO de la promotora de Aedas Homes ha realizado un balance de la situación de su compañía y del sector inmobiliario. David Martínez se ha mostrado optimista de cara al futuro, aunque ha avisado que la subida de tipos de interés producirá un descenso de cerca del 15% en la venta de viviendas de obra nueva. A pesar de la incertidumbre generada por la nueva Ley de Vivienda, el directivo aseguró que los inversores foráneos confían mucho en nuestro país. «El capital extranjero cree mucho en España, a veces más que nosotros mismos», ha afirmado en un acto organizado con la prensa económica.
«Lo que piensa el inversor de fuera es que aquí va a encontrar seguridad jurídica (a excepción de los últimos movimientos del Gobierno Central). También tiene seguridad física, que es algo que igual nosotros no valoramos mucho, pero que para el capital extranjero es muy importante que en España cualquier persona se puede mover por la calle a cualquier hora del día, algo que no ocurre en otros países del primer mundo y donde también a invierten. Además, el desequilibrio entre oferta y demanda hacen de España un gran lugar para invertir», ha afirmado.
Precisamente, con ese decalaje entre la oferta y la demanda supone que Martínez sea optimista de cara al futuro del sector de la promoción de viviendas de obra nueva. «La subida de tipos tendrá impacto y veremos una ralentización de las ventas e incluso descensos de hasta el 15%. Pero esta situación no es preocupante porque continúa existiendo más demanda que oferta. En España se construyen 85.000 viviendas al año, cuando deberíamos de estar cerca de las 150.000 unidades al año», ha expresado.
Con respecto a la situación macro de la Unión Europea, el CEO de Aedas Homes se muestra en la línea de lo que han apuntado otros expertos del sector en Sima: un 2023 tranquilo en clave de inversión inmobiliaria. «Todo apunta, si la geopolítica lo permite, a que el BCE desacelerare ese incremento de tipos. Esto permitirá que la actividad económica se incremente y por lo tanto vendrá una recuperación de las ventas de cara a 2024″, ha afirmado en este sentido. «Nosotros llevamos un mes fiscal de nuestro siguiente ejercicio, pero ya tenemos el 75% del producto vendido y el 30% del siguiente», ha resaltado en relación con la situación actual de la promotora.
Martínez también ha vuelto a señalar uno de los problemas endémicos del sector: la falta del suelo. «En España existen tres tipos de suelo: el protegido, el urbano y el urbanizable. En el primero no se puede levantar vivienda, el segundo es el mejor porque es finalista y ya puedes construir y el tercero es donde nos encontramos las mayores barreras porque necesitamos convertir el urbanizable en urbano para poder trabajar. Realizar estas gestiones necesita de aprobaciones administrativas que suelen ser lentas y farragosas. Además, si cometes un error en la tramitación de esta conversión puede que vuelvas a la casilla de salida y tengas que empezar de cero. Confío en que los nuevos gobierno autonómicos y municipales le den la importancia necesaria a la agilización de este proceso», ha defendido.
En clave política, la cabeza visible de la compañía ha celebrado que la vivienda haya entrado en el debate electoral. «Echábamos en falta que no estuviera en la mesa de los políticos. En España se hace menos vivienda de la que necesita el país. Se está creando una demanda embalsada. Es un problema de estado y un problema de país», ha aseverado.
Para atajar este problema, el directivo tiene muy claro que necesitan dinero de fuera. «El capital de las promotoras es distinto al ciclo anterior. Ahora, la mayoría de ese dinero proviene del extranjero, de planes de pensiones, por ejemplo, que manejan muchos millones de euros y que encargan a gestores (fondos de inversión) que muevan ese dinero para encontrar una rentabilidad. Esos fondos pueden invertir en el inmobiliario, en el sector financiero, en otros productos… pero es que también pueden invertir en Asia, en Europa… y dentro de Europa en Francia, en Italia, en Portugal, en España… Por tanto el éxito de nuestra industria se sustenta en atraer ese capital porque si no, no podríamos invertir. La realidad es que cada español debe 35.000 euros y necesitamos inversión de fuera para construir nuevas viviendas. Si el fondo de inversión por cuestiones políticas o técnicas cree que es difícil invertir no lo va a hacer o pedirá una rentabilidad más alta» ha sentenciado.