El Banco Central Europeo (BCE) ha cumplido su promesa y ha subido los tipos de interés otros 50 puntos básicos en su reunión de este 16 de marzo, a pesar de la tormenta que ha desatado en el mercado en los últimos días la intervención en EEUU de dos entidades bancarias el pasado fin de semana y el desplome bursátil de la banca europea ante el temor de que Credit Suisse protagonizara una réplica en Europa.
Desde el anterior cónclave del Consejo de Gobierno, celebrado el pasado 2 de febrero, varios altos cargos de la máxima autoridad monetaria y financiera en la eurozona habían adelantado sus intenciones de aplicar un aumento de 50 puntos básicos, hasta dejar el precio del dinero en el 3,5%, máximos desde octubre de 2008. Y así ha sido, a pesar de que el mercado estaba barajando en los últimos días un aumento más moderado ante el nuevo foco de incertidumbre bancaria.
A pesar de ello, los economistas y analistas consultados por idealista/news afirman que el BCE no va a tener más remedio que seguir encareciendo el precio del dinero, ya que la inflación está siendo más difícil de doblegar de lo esperado, y creen que el techo de los tipos de interés estará alrededor del 4,5%, un punto por encima de sus niveles actuales. El único gran cambio que prevén a partir de ahora es una posible menor intensidad de las futuras subidas de los tipos de interés y que la institución mande al mercado unos mensajes más contenidos, sin anticipar movimientos monetarios futuros que puedan comprometer sus decisiones.
Según explica el economista y profesor de economía y finanzas Miguel Córdoba, “la inflación sigue presente en las economías occidentales. Se van subiendo los tipos poco a poco por parte de los bancos centrales, pero la inflación permanece y ya van casi dos años. La única forma eficaz de combatirla es subiendo los tipos de interés para dificultar el acceso a la liquidez de las unidades económicas y restringir con ello el consumo, haciendo bajar los precios. Por tanto, los tipos de interés tienen que seguir incrementándose, aunque es cierto que se está viendo una cierta desaceleración en el incremento de la inflación y es posible que a mediados de años pueda conseguir estabilizarse”.
Conviene recordar que la principal misión de los bancos centrales es garantizar la estabilidad financiera y de los precios, entendido como tal que la tasa de inflación se encuentre en torno al 2%, muy por debajo de los niveles actuales a ambos lados del Atlántico.
En EEUU, por ejemplo, la inflación se situó en febrero en el 6%, frente al 6,4% de enero y sumó su octavo descenso mensual consecutivo, según los datos de la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS por sus siglas en inglés).
En la eurozona, los precios también se están moderando, pero cuadruplica el objetivo del BCE. Según la oficina de estadísticas comunitaria Eurostat, en el segundo mes del año la inflación se situó en el 8,5%, una décima por debajo de enero, y encadenó cuatro meses consecutivos de desaceleración. En cambio, la tasa subyacente, que excluye el efecto de energía y alimentos, batió récord al alcanzar el 5,6%.
Las nuevas previsiones del BCE apuntan a que, de media, la inflación en la zona de la moneda común se situará en el 5,3% en 2023; en el 2,9% en 2024 y en el 2,1% en 2025. Por tanto, y como recalca el organismo, «se prevé que la inflación seguirá siendo demasiado alta durante demasiado tiempo».
Más subidas de tipos para doblegar la inflación
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La persistencia de la inflación es, precisamente, lo que lleva a los expertos a prever más medidas monetarias restrictivas por parte de los bancos centrales, a pesar de las turbulencias en los mercados financieros.
“Los datos de inflación no están mostrando la contención de precios esperada”, reconoce Santiago Carbó, director de Estudios Financieros de la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas).
En esa línea, Manuel Romera, director del servicio financiero de IE Business School, sostiene que “los tipos van a subir hasta que se controle la inflación y eso todavía está ocurriendo de manera de muy leve».
En líneas generales, economistas y analistas ven factible que los tipos de interés en la eurozona superen el 4% en los próximos meses, aunque de momento descartan que alcancen el 5%. Tras el periodo de subidas, la previsión es que se mantendrán estables durante unos meses antes de que lleguen las bajadas, algo que podría suceder en 2024 o ya en 2025, según explicó el BCE antes de la tormenta financiera de esta semana.
“Es factible que los tipos en Europa superen el 4%, llegando en torno al 4,5%, aunque si se desbocara la inflación podrían subir incluso más. Mi apuesta es que no pasarán del 4,5% y que a mediados de año la inflación cederá y dejará de tener fuertes incrementos como los ha tenido hasta ahora”, argumenta en este sentido Miguel Córdoba. El economista cree que, una vez que el precio del dinero se sitúe en torno al 4,5% (y alrededor del 5% en EEUU), “los bancos centrales frenarían con sus medidas y esperarían ojo avizor a ver qué pasa con la inflación. Si, como es previsible, se modera en el segundo semestre, no creo que suban más los tipos, aunque los mantendrían durante varios meses, para luego ir disminuyendo poco a poco hasta llegar en 2024-2025 a un nivel de entre el 2% y el 3%, el cual se consideraría adecuado para las economías”.
En esa misma línea, Víctor Fermosel, profesor de EAE Business School, también ve posible que los tipos de interés superen el 4% próximamente. “Es algo que sí puede llegar a ocurrir, por muy indeseable que sea la situación económica, con una inflación subyacente totalmente desbocada y cierta incertidumbre, sumada a la pasividad de los ciudadanos, parece una posibilidad para nada remota. Lo que parece difícil a priori es que superen el 5%”.
El director de estudios financieros de Funcas tampoco descarta que los tipos puedan superar el 4%, aunque insiste en que todo depende de las circunstancias. “Habrá que ver qué pasa en los próximos meses porque la hoja de ruta podría ser frenar las subidas antes de llegar ahí. El problema es que la inflación está siendo más «pegajosa» de lo esperado. Por otro lado, habrá que estar atentos a la evolución de la economía porque, si esta se resiente demasiado, los bancos centrales tendrán que levantar el pie del acelerador”, insiste Santiago Carbó.
Por tanto, las futuras subidas de los tipos de interés dependerán de cómo evolucionen la economía, la inflación o de cuánto duren las tensiones en los mercados financieros por el miedo a que se produzca una crisis global. Algo que, de momento, no ven viable los expertos.
«Lo ortodoxo es que los tipos de interés subieran esta semana 0,5 puntos, como ha pasado, y que sigan con la misma política hasta que la inflación ceda. Los problemas que hay en la bolsa están amplificados por especuladores que buscan sacar dinero ante un problema que no es tal. Silicon Valley Bank era un banco mal gestionado que sólo invertía en bonos cuando los tipos estaban bajos, por lo que no hay activos tóxicos, sólo un diferencial negativo de tipo de interés y por eso ha caído. Credit Suisse llevaba 2 años y medio arrastrando también problemas de gestión y habiéndose metido en todos los charcos. Son casos puntuales de bancos mal gestionados y es bueno que el sistema los expulse», reconoce Miguel Córdoba.
La propia presidenta del BCE, Christine Lagarde, ha especificado en la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Gobierno que el organismo está haciendo «un atento seguimiento de las actuales tensiones en los mercados y está preparado para responder como resulte necesario a fin de mantener la estabilidad de precios y la estabilidad financiera en la zona del euro». Y, para despejar dudas, ha insistido en que «el sector bancario de la zona del euro tiene capacidad de resistencia y posiciones de capital y de liquidez sólidas. En todo caso, el BCE cuenta con todos los instrumentos de política monetaria necesarios para suministrar apoyo de liquidez al sistema financiero de la zona del euro si fuera necesario y preservar la transmisión fluida de la política monetaria».
Posibles subidas más moderadas y un cambio del mensaje
Lo que también recuerdan los expertos es que, aunque lleguen más subidas de tipos, la reciente tormenta financiera podría provocar una moderación en el ritmo de incrementos y que el BCE no dará tantas pistas sobre movimientos futuros, vinculando las decisiones monetarias a la evolución más inmediata del mercado y la economía.
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En este sentido, el profesor de EAE Business School insiste en que el ritmo de las subidas de los tipos de interés “dependerá también de agentes externos. El mundo está convulso. El entono es claramente de incertidumbre y eso no es bueno para ninguna economía, especialmente para las más vulnerables”.
Desde la firma de análisis Link Securities creen que a partir de ahora la institución mantendrá un enfoque reunión por reunión, sin anticipar decisiones futuras. «Estamos convencidos de que, a partir de ahora, los miembros del Consejo de Gobierno del BCE serán más comedidos a la hora de realizar declaraciones, y adoptarán el mantra de que sus próximos movimientos dependerán de los datos macroeconómicos que se den a conocer”.
Y eso es lo que ha dejado entrever el guardián del euro. «El elevado nivel de incertidumbre refuerza la importancia de un enfoque dependiente de los datos para las decisiones del Consejo de Gobierno sobre los tipos de interés, que estarán determinadas por su valoración de las perspectivas de inflación a la luz de los nuevos datos económicos y financieros, la dinámica de la inflación subyacente y la intensidad de la transmisión de la política monetaria», reza el comunicado oficial del BCE.
Por su parte, el departamento de análisis de Bankinter ve posible la reducción del ritmo de subidas de tipos. “No hay ningún problema de fondo generalizado que afecte al sistema financiero americano, ni mucho menos al europeo. Lo más probable es que la situación tarde muy poco en estabilizarse y deje una consecuencia buena: los bancos centrales serán menos agresivos subiendo tipos”.
El euríbor retomará la senda alcista
Con nuevas subidas de los tipos de interés sobre la mesa, los expertos creen que el euríbor retomará la tendencia al alza, a pesar de que esta semana ha sufrido caídas históricas en tasa diaria, arrastrado por las tensiones financieras.
“No estamos en un punto de inflexión. Creo que simplemente es una sobrerreacción a la incertidumbre del contagio que no tiene absolutamente nada que ver con una posible recesión o una caída de la inflación. Lo lógico es que en los próximos días o semanas veamos cómo vuelve a subir el euríbor», asegura Juan Villén, director general de idealista/hipotecas.
Desde Funcas también esperan nuevas subidas y no descartan que el euríbor a 12 meses sobrepase próximamente el 4% (nivel que rozó la semana pasada), aunque creen que no subirá mucho más. Ese es también el nivel que manejan los analistas de Bankinter o la consultora financiera Accuracy.
Para el economista Miguel Córdoba, el recorrido del euríbor es de hasta un punto porcentual (el mismo que el de los tipos de interés). “No creo que llegue a superar el 5%, a no ser que surjan nuevas tensiones. Si los tipos de interés se llegaran a invertir (más altos en corto que en largo) sería porque se esperan tensiones en el corto plazo, pero que se solucionarían en los meses siguientes. Insisto en que nos falta más o menos un punto de interés. Luego deberían calmarse las cosas”, recalca.
Tampoco prevé un cambio de tendencia el profesor de EAE Business School, quien insiste en que el escenario actual “no nos hace pensar en un corto ni medio plazo en una moderación del euríbor. Cosa diferente sería el largo plazo”. Por su parte, el director del servicio financiero de IE Business School insiste en que “si algo nos demuestra la historia es que no hay techo hasta que la inflación no remita y baje de manera acusada con respecto a ahora mismo”.
Más presión para las familias de rentas bajas y medias
Lo que también alertan los expertos es que la nueva subida de los tipos de interés de medio punto seguirá lastrando a las familias con menos recursos.
“El impacto para las empresas será fuerte, aunque pueden trasladar sus costes al producto. El problema es para las familias, cuya cuota mensual de hipoteca puede seguir subiendo en los próximos meses, provocando serios problemas en las clases medias-bajas, los cuales se agravarán si la situación económica empeorara y se incrementase el desempleo, puesto que entonces los desempleados no podrían cumplir con los bancos y volveríamos al tema de los desahucios”, sostiene el economista Miguel Córdoba.
En esa misma línea, el director general de idealista/hipotecas afirma que “para las familias que ya están hipotecadas a tipo variable, esta nueva subida supone un jarro de agua fría por el incremento que experimentarán en sus cuotas mensuales, lo que podría llegar a poner en aprietos a aquellas familias más expuestas. No olvidemos que en marzo de hace un año el euríbor a 12 meses estaba aún en negativo, por lo que las revisiones de cuotas conllevarán un incremento de costes muy relevante. Esta situación supondrá también un reto para muchas entidades que tendrán que adaptarse y establecer cortafuegos que impidan una nueva ola de ejecuciones que podría lastrar también a las propias entidades financieras”.
Juan Villén también sostiene que «las medidas de lucha contra la inflación aplicadas por el regulador europeo parecen estar teniendo un mayor impacto en la capacidad económica de las familias hipotecadas que en el propio mercado inmobiliario que, aunque se está ralentizando respecto a un 2022 de récord, no se está viendo frenado de forma significativa». En lo que respecta a la oferta de financiación, Villén insiste que «la banca sigue teniendo apetito por seguir prestando dinero, sobre todo porque están viendo cómo sus saldos vivos empiezan a caer, y la competencia entre entidades por captar clientes solventes sigue siendo dura».
El director de servicios financieros de Funcas, por su parte, recuerdan que los tipos de interés actuales están dentro de un nivel normal en perspectiva histórica, e incluso son reducidos (de hecho, son negativos en términos reales, descontada la inflación), pero subraya que “el problema es que los hogares y empresas los han tenido que asumir en muy poco tiempo, la subida ha sido muy rápida. Esto obliga a revisar contratos hipotecarios y, en algunos casos, a reestructurar deuda y préstamos”.
Y lo peor podría estar por llegar, como teme el profesor de EAE Business School. “Vivimos anestesiados por un año electoral que no beneficia en nada a la toma de decisiones adecuadas para la economía, el dopaje desmesurado de la misma propiciará un paulatino agotamiento de las posiciones de las empresas y las familias. Veremos situaciones difíciles incluso antes de terminar este año”, comenta Víctor Fermosel. Y concluye que “es tiempo de hacer los deberes bien para no vernos arrastrados por esta corriente, de la cual nuestros dirigentes parecen querer ser ajenos, y evitar riesgos innecesarios”.