La mayor parte del mercado de oficinas de Europa podría quedarse obsoleto a finales de esta década. Esta es la principal conclusión del último informe de la consultora inmobiliaria Cushman & Wakefield.
La compañía ha analizado 218 millones de m2 de oficinas en 11 de los principales países europeos y asegura que, tras este estudio, «más de las tres cuartas partes de los edificios de oficinas de Europa corren el riesgo de quedar obsoletos a finales de esta década«. En concreto, detalla que el riesgo afecta al 76% del stock actual de oficinas, y que la única manera de enfrentarse a obsolescencia es que los propietarios de los edificios inviertan en mejoras, o bien, que encuentren un uso alternativo para los inmuebles.
“Para los propietarios de oficinas, no hacer nada ya no es una opción. Y cuanto antes lo hagan, mejor”, sostiene Javier Bernades, director de Oficinas de Cushman & Wakfield en España, quien añade que “los propietarios que inviertan en sostenibilidad, servicios y bienestar para sus ocupantes, protegerán el valor de sus activos a largo plazo y podrán competir en un mercado cada vez más exigente».
La consultora calcula que más de la mitad del stock de oficinas existente en Europa tiene más de 30 años: solo el 14% se ha construido o modernizado en los últimos 10 años y un 62% del stock requiere reposicionamiento para evitar el deterioro. En España, el 53% del stock se construyó antes del año 2000 y solo el 14% se ha construido o reformado en los últimos 10 años.
Cushman & Wakefield insiste en que hay factores que obligarán a los propietarios actualizar sus activos y a acelerar su moderniazación, como el trabajo híbrido, las nuevas demandas de los ocupantes, la mayor acción legislativa en materia de sostenibilidad o la incertidumbre económica. Y recuerda que la mayor parte de la demanda busca inmuebles de alta eficiencia energética.
«Los activos con los mejores estándares y certificaciones representaron más de la mitad de la demanda total de oficinas en Europa entre 2019 y 2022, y se espera que esta tendencia se intensifique a medida que la demanda supere la oferta en muchos mercados, sobre todo en Praga, Budapest, Milán, Varsovia, Madrid, Barcelona y Londres», cita el estudio. En el caso concreto de España, el espacio de calidad ha representado un 64% de la absorción total.
Como sentencia la consultora, «es el momento de decidir qué activos pueden adaptarse a esta nueva realidad, y replantearse qué hacer con los que no podrán nunca alcanzar los nuevos estándares”.
Milán, la ciudad europea con más oficinas de más de 30 años
Según los datos recopilados por Cushman & Wafefield, Milán es la gran capital europea con más edificios de oficinas de más de 30 años de antigüedad, al representar más de un 70% del stock total. Le siguen Estocolmo, París, Londres y Ámsterdam. En todos esos casos, más de la mitad de los inmuebles de oficinas tienen al menos tres décadas.
Madrid y Barcelona, en cambio, están en la parte baja de la tabla. En la capital, cerca de un 35% del stock de oficinas tiene más de 30 años y en la ciudad catalana, en torno al 30%. Unos datos que están en línea con los de Berlín, y que aventajan a los de ciudades cvomo Bruselas, Múnich o Fráncfort. No obstante, los mejores registros son los de Varsovia, Praga y Budapest, sin apenas stock de oficinas antiguas.