Tras una primera subasta fallida por parte del fondo de inversión Abraham Trust, el fondo GFP Real Estate, uno de los últimos accionistas del inmueble antes de este proceso de subasta, se ha hecho finalmente con el 100% del icónico edificio ‘The Flatiron’ en segunda subasta por 161 millones de dólares, unos 150 millones de euros. El edificio lleva vació desde 2019 y necesita una buena reforma, respetando su característico diseño triangular, que podría acabar, al menos en parte, en pisos turísticos.
Es uno de los edificios más fotografiados de la ciudad de Nueva York, pero lleva casi cuatro años vacío, sin el trajín de empleados entrando y saliendo de sus puertas giratorias. En 2019, la compañía de publicidad McMillan Publishers abandonó las 22 plantas para hacer una reforma. Sin embargo, los dueños no llegaron a un acuerdo de cómo afrontarla y llevaron la disputa a los tribunales.
En aquel momento, el empresario Nathan Silverstein no se entendía con la asociación de empresas inmobiliarias que poseía el 75% de la propiedad, formada por Sorgente Group, Newmark, GFP Real Estate y ABS Real Estate Partners. A comienzos de 2023, un juez y la Corte Suprema de Nueva York ordenó su venta mediante subastas.
Oficialmente conocido como Edificio Fuller, en honor al fundador de la empresa constructora de la obra, George A. Fuller, el inmueble de estilo Beaux-Arts fue del arquitecto Daniel Burnham allá por 1902, cuando los rascacielos empezaban a moldear la silueta de la ciudad más grande de EEUU. Pronto cambió su nombre gracias a los neoyorquinos, que le sacaron parecido con las planchas de la época.
Después de más de 100 años en funcionamiento como oficinas, a finales de marzo se realizó una primera subasta a las puertas del edificio, que ganó Jacob Garlick, de Abraham Trust, sobre Jeffrey Gural, de GFP Real Estate, uno de los actuales propietarios. Pero Trust no hizo los pagos obligatorios para concretar la compra, y finalmente ha vuelto al mercado.
En segunda subasta, ahora sí, Jeffrey Gural logró su ansiado objetivo, por 161 millones de dólares, unos 150 millones de euros. La principal idea es convertir, al menos, parte de sus 22 plantas en pisos turísticos. Pero esta medida requerirá la aprobación del ayuntamiento de Nueva York.
Gural ha reconocido que actualmente el mercado de oficinas está difícil con el aumento del trabajo remoto y los mayores costes de endeudamiento, que han golpeado a muchos propietarios. El plan inicialmente era mantener todo el espacio para oficinas, pero los propietarios están abiertos a otras ideas.
“Logramos nuestro objetivo, que es terminar nuestra relación con Nathan Silverstein y ser dueños del edificio al 100%”, dijo Gural. “Es un alivio porque durante los últimos 30 años he necesitado su consentimiento para todo. A veces estábamos de acuerdo. A veces no lo hicimos”.
El edificio cuenta con una superficie de 20.000 m2 distribuidos en 22 plantas y 87 metros de altura. Se encuentra en una manzana triangular, limitada al sur por la calle 22, al oeste por la Quinta Avenida y al este por Broadway. Estas dos últimas calles confluyen delante del edificio con la calle 23, a la altura del parque Madison Square. El vecindario que lo rodea recibe el nombre de distrito Flatiron en su honor. El Fuller (o Flatiron) es un hito histórico nacional de los EEUU desde el 29 de junio de 1989.