El sector inmobiliario y de la construcción han realizado un llamamiento para cambiar la ley que posibilite impulsar la industrialización. Una petición que ha sido secundada por varias voces reputadas del negocio en la feria Rebuild celebrada durante estos días en Ifema (Madrid). «El sistema hipotecario español no está pensando para la industrialización. Una vez la normativa permita a los bancos tomar esa decisión os aseguro que los bancos lo harán. Las ventajas de industrializar todavía no están en el papel, pero estarán», ha aseverado Juan Antonio Gómez-Pintado, presidente de Vía Ágora.
Lucas Carné Carcas, fundado de 011h, ha compartido la visión de Gómez-Pintado, pero también ha lanzado un mensaje positivo y de unidad al sector. «Los bancos te dicen que no tiene un incentivo por hacer un experimento… Deberíamos de hacer lobby e ir juntos y decirles a los bancos que el sector va hacia la industrialización y que no hay vuelta atrás… Deberíamos de hacer un proyecto pequeño con un banco poniendo nosotros las garantías para ir convenciendo al resto de entidades», asevera.
Más crítico se ha mostrado el CEO de Arquima.»La industrialización aporta un valor añadido importante porque añade certidumbre, que no ha existido nunca en la construcción. La financiación de los bancos no comprende este modelo todavía», ha relatado José Antonio, cabeza visible de la compañía.
«Tenemos que cambiar la forma de pensar del cuanto cuesta al cuanto vale. Estamos ahorrando plazos, que implican más retorno del capital, implica menos costes indirectos… Las industrias producen productos y se diseñan desde el comienzo pensando en el valor añadido para el cliente final. La industrialización no es más cara. El capital tiene que cambiar la forma de pensar, el promotor tiene que adaptarse en cosas como el ciclo de venta, por ejemplo», ha agregado Carné Carcas.
Joseba Jayo, CEO de Homm, ha apuntado a los costes como el gran ‘stopper’ para impulsar la industrialización en nuestro país. «El reto es el coste. Tenemos que superar esa barrera. Ahora estamos en precios parecidos al tradicional, pero no es suficiente», ha afirmado. «Creo hace muchos años en el sistema industrializado. ¿Ventajas? No necesitas montaje de andamios, estás en un entorno industrial y no depende de la mano de obra artesanal… En lo que hay que incidir es en la diferencia entre prefabricado e industrializado. Hay que pasar de un sistema prefabricado al industrializado (es decir sistema robotizado). Para que un sistema sea industrializado necesitamos que tenga robots. En los próximos doce o trece años se nos va a jubilar el 32% de la mano de obra y esto sólo lo puede suplir la robótica.
Por su parte, el CEO de Arquima, ha reclamado también a los promotores un mayor número de pedidos para poder ampliar su industria. «Lo que nos tenéis que dar los promotores son certidumbres de que nos vais a dar proyectos. La capacidad de ampliar las líneas de fabricación es infinita, pero tenemos que tener los pedidos», ha defendido.
El encuentro ha acabado con una reflexión final de David Martínez, CEO de Aedas y moderador del acto. «La industria está cambiando. Hace quince años la configuración de capital de las empresas era muy diferente. España no es un país rico. Cada uno de los que estamos aquí debemos 35.000 euros a la deuda pública y eso lastra. Para poder invertir necesitamos inversión extranjera. Por tanto, todas las empresas que tenemos las aspiraciones de sobrevivir hemos de factorizar el costa del capital. En la fase de diseño del proyecto nosotros podemos actuar para reducir el tiempo, sobre la fase de licencias no tenemos más capacidad de actuación y donde sí tenemos mucha capacidad de influir es en la fase de construcción para reducir los tiempos. Si reducimos los plazos retenemos al capital que invierten en este país», ha finalizado.