Aquellos contratos de alquiler firmados durante el mes en curso de años anteriores (en este caso agosto) deben realizar la actualización anual de la renta a pagar, según la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU). Desde el pasado 30 de marzo 2022, esta renovación tiene impuesta un tope del 2% en esa subida, vinculado al Índice de Garantía de la Competitividad (IGC), y que se mantendrá hasta diciembre de 2023.
Por lo tanto, propietario e inquilino ya no tienen que fijarse en el Índice de Precios al Consumo (IPC) como referencia para actualizar la renta, si no llegar a un acuerdo entre las partes. Y si no hay acuerdo, se deberá aplicar este tope del 2% de incremento.
Desde hace 17 meses, la inflación se encuentra por encima de ese 2% de límite, salvo en junio de 2023, cuando el IPC cerró en el 1,9%. El dato definitivo del mes de julio aumentó cuatro décimas frente al mes anterior y alcanzó el 2,3%. Es el quinto mes consecutivo que la inflación se encuentra por debajo del 5%, aunque los precios vuelven a apreciarse.
Según los cálculos de idealista, el principal marketplace inmobiliario del sur de Europa, los alquileres que firmaron su contrato en agosto verán un incremento medio de 175 euros anuales con el actual límite del 2%, según el estudio basado en una vivienda tipo piso de dos habitaciones.
La diferencia con la inflación es de apenas tres décimas, con lo que, si la renovación de alquileres hubiera seguido vinculada al IPC, estas rentas habrían registrado en agosto una subida superior a los 200 euros al año. La diferencia entre uno y otro de apenas 25 euros.
La Ley de Vivienda en vigor actualizó los términos de la renovación de contratos en la LAU, y este límite del 2% a la subida de las rentas seguirá vigente hasta el 31 de diciembre, y será de un 3% de incremento durante todo 2024. A partir de 2025 se aplicará un nuevo índice de referencia para la actualización de las rentas de alquiler que deberá tener preparado el Instituto Nacional de Estadística (INE) y el Ministerio de Transporte, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma).
Así queda la renovación de tu alquiler en agosto en tu ciudad
Las cifras de la actualización de los contratos de alquiler varían según los precios vigentes en los mercados locales, Y, por ejemplo, en Barcelona, San Sebastián, Madrid y Palma, la renovación del contrato supondrá más de 200 euros al año con el actual tope del 2%.
Barcelona vuelve a ser un mes más la ciudad con los alquileres más caros, y la renovación de la renta en el contrato dejará un nuevo alquiler medio de 1.122 euros/mes, lo que supondrá 264 euros más al año. En Madrid, mientras tanto, el aumento será algo más moderado, de casi 230 euros anuales, para dejar una nueva renta mensual cercana a los 970 euros. San Sebastián supera en precios a la capital española, y alcanzará rentas renovadas en agosto de 1.020 euros, lo que supondrá un alza de unos 240 anuales.
Por detrás, los alquileres en Palma actualizarán sus rentas en agosto en algo más de 220 euros al año, con un nuevo alquiler medio de casi 945 euros/mes. Todavía por encima de la media nacional aparecen Bilbao, Vitoria o Valencia, que tendrán subidas anuales de las rentas en torno a los 190 euros.
Las rentas más asequibles vuelven a aparecer en Ciudad Real (388 euros/mes), la única capital de provincia por debajo de los 400 euros de renta mensual, donde las rentas apenas subirán 90 euros al año. Por detrás, aparecen Cáceres y Cuenca, con precios renovados a 418 euros y 428 euros mensuales, que subirán en torno a 100 euros anuales.
En una rápida comparativa de cómo hubieran quedado los precios del alquiler en una supuesta renovación de rentas vinculadas al IPC en agosto, los nuevos alquileres habrían subido algo más de 300 euros al año en Barcelona, 275 euros en San Sebastián o 260 en Madrid. Unos valores que apenas supondrían entre 34 y 40 euros más anuales de diferencia entre un índice y otro.
Todavía menos, de apenas 15 euros de diferencia al año, habría supuesto actualizar los alquileres firmados en agosto con la inflación en Ciudad Real, Cáceres y Cuenca frente al 2% actual.