La Federación Española de Viviendas y Apartamentos Turísticos (FEVITUR) ha publicado un informe para poner negro sobre blanco sobre el mercado del alquiler de los alojamientos turísticos en España y su impacto económico.
Y la conclusión a la que llega es que la actividad que mueven las viviendas vacacionales se ha multplicado por cinco veces desde 2019, hasta alcanzar 20.388 millones de euros en 2022. Un importe que incluye tanto el gasto del alojamiento como el ocio, la restauración y otras actividades como las excursiones, que suponen más de cuatro quintas partes del total. Cifras que, según el presidente de Fevitur, Miguel Ángel Sotillos, muestran que «el impacto económico es transversal y somos un generador de ingresos allí donde hay implantadas viviendas turísticas».
Según el estudio, solo el 19,1% de los gastos de un turista que se aloja en una vivienda de uso turístico (VUT) van a parar al alojamiento, mientras que el 80,9% de los gastos en estancia (15.727,6 millones de euros) se quedaron en el destino a través de compras, restaurantes, ocio o cultura. Además, «el 63,1% de estas compras se realizaron en el barrio o en comercios de proximidad, llegando así a zonas que suelen quedar fuera de los circuitos turísticos habituales».
El hecho de que el impacto económico se haya quintuplicado en apenas cuatro años se debe a varias razones. Según la federación, ha aumentado el número de viajeros, la cantidad de veces que viajan al cabo de un año, el gasto medio y la subida de precios por el efecto de la inflación.
En este sentido, el Observatorio de la Vivienda Turística en España 2022 revela que el 31,8% de los viajeros españoles se alojaron en 2022 en una vivienda de uso turístico, un 8,8% más que en 2019, mientras que el gasto medio por persona, se situó en 598,5 euros en 2022, «una cifra sustancialmente superior a la de 2019 que alcanzaba los 412 euros». También ha aumentado la estancia media (que el año pasado se situó en 5,5 noches, frente a las 5,2 noches de 2019), así como el número de veces que los viajeros contratan una vivienda de uso turístico (VUT) al cabo del año, que alcanzó 2,6 veces en el 2022 frentea a las 1,26 veces del año prepandemia.
La Federación, basándose en datos del INE, asegura que las viviendas turísticas representan ya una tercera parte de la oferta turística de España y prevé que la tendencia siga al alza. «Estos datos demuestran en su conjunto el alto grado de competitividad y fidelización del sector. De hecho, para este 2023 el 84,4% de los viajeros tiene intención de alojarse en una VUT durante sus vacaciones, una cifra que hace tres años se situaba en el 71,8%», recalca la patronal de las viviendas turísticas.
Las preferencias de los viajeros
Dentro de esta creciente apuesta de los usuarios por el modelo que ofrecen las VUT, el observatorio de Fevitur muestra que el sol y la playa siguen siendo las principales motivaciones de los viajeros a la hora de buscar una vivienda turística, (24,7%), aunque le siguen de cerca la cultura (22,2%) y las escapadas en entornos de naturaleza (19,4%). Además, destaca que, en un 11% de las estancias, los viajeros aprovecharon sus vacaciones y escapadas para teletrabajar, pese a no tratarse de viajes de negocios.
Por otro lado, el precio y la ubicación son los factores determinantes a la hora de reservar una vivienda de uso turístico u otra, aunque desde la patronal aseguran que empiezan a coger fuerza otros motivos como el compromiso medioambiental y de sostenibilidad del alojamiento.
No sólo son viajeros jóvenes y estudiantes
En lo que respecta al perfil del usuario, Fevitur insiste en que el estudio «desmonta la creencia de que solo hay jóvenes y estudiantes. Nos han estado machacando con esta idea, pero el target principal son familias, parejas, grupos de amigos y también viajeros de entre 65 y 74 años», ha puntualizado Sotillos.
Según el documento, la inmensa mayoría son familias y parejas (74,6%), aunque los mayores de 65 años cada vez tienen más presencia en el perfil de viajeros. «Un 62,37% de los clientes entre 65 y 74 años solo buscaron viviendas de uso turístico para alojarse en sus vacaciones», explica.
Sin trasvase por la Ley de Vivienda
El presidente de la Federación Española de Viviendas y Apartamentos Turísticos también ha hablado sobre el impacto del sector turístico en el mercado de la vivienda, coinciendo con la aprobación en el Pleno del Congreso de los Diputados de la Ley de Vivienda. Por un lado, Sotillos ha recalcado que no le parece «muy razonable acusar a la vivienda turística de la falta de vivienda total y de la subida de los precios medios del alquiler».
Actualmente, según el INE, hay algo más de 300.000 viviendas de alquiler vacacional en toda España (incluyendo villas, pisos…), lo que representa poco más del 1% del parque residencial total, aunque en algunas provincias suponen cerca del 10%.
Respecto a la posibilidad de que los límites a los alquileres que incluye la normativa, como asegura por ejemplo Exceltur, podrían suponer un trasvase de viviendas destinadas al alquiler tradicional al mercado turístico, el presidente de la patronal ha destacado que es algo «que no va a pasar porque no puede ser», ya que la normativa actual no permite poner «libremente» un apartamento residencial en alquiler turístico, ya que «hay unos requisitos y exigencias que impiden facilitar este cambio. No es verdad que toda la vivienda residencial pueda directamente traspasarse a alquiler turístico». Por ejemplo, ha recordado que en muchas ciudades (como Barcelona, Lloret o Sitges) actualmente están paralizadas las licencias de nuevos alojamientos.