Las nuevas previsiones económicas de la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas) traen malas noticias para quienes tienen hipotecas a tipo variable: el euríbor podría alcanzar en 2024 niveles más altos de lo esperado hasta ahora.
Según las estimaciones de Funcas, la media anual del euríbor a 12 meses se situará este año en 3,9%, en línea con su pronóstico anterior, mientras que durante el próximo ejercicio rondará el 4,2%. Esta cota supera en 25 puntos básicos a la que venía anticipando la fundación, lo que significa que el indicador de referencia para la mayoría de las hipotecas en España seguirá presionando a los consumidores.
El euríbor cerró septiembre con una leve subida y una media del 4,149%, máximos desde 2008, mientras que la media provisional de octubre escala hasta el 4,18%. Por tanto, y a la espera de ver cómo evoluciona en lo que queda de mes, todo apunta a que seguirá encareciendo las cuotas de los préstamos a tipos variables cuya referencia sea este indicador. A la vista de las cifras, Funcas apuesta por la estabilidad del indicador en el conjunto de 2024, pero sin descartar leves subidas o bajadas a lo largo del año.
Esta tendencia al alza está respaldada por las 10 subidas de los tipos de interés consecutivas que ha acometido el Banco Central Europeo (BCE) desde julio de 2022 para controlar la inflación y dar así cumplimiento a su principal mandato: que los precios suban a ritmos cercanos al 2%. Según los datos de Eurostat, poco a poco la inflación se está moderando en la eurozona, que ha pasado de moverse en niveles de dos dígitos a un 4,3% en septiembre, el nivel más bajo en casi dos años. Aun así, sigue en niveles muy elevados y parece que no se situará en el objetivo del BCE (cerca del 2%) hasta 2025.
Los expertos tienen dudas sobre si el BCE seguirá subiendo los tipos de interés, ya que las decisiones de la política monetaria deben equilibrar el crecimiento económico y la reducción de la inflación. Es decir, evitar que la eurozona entre en recesión, pero que los precios se vayan moderando. En líneas generales, el consenso cree que los tipos de interés han tocado techo o están cerca de ello, y que se mantendrán en los niveles actuales varios meses. De hecho, las primeras bajadas de tipos no se prevén al menos hasta el próximo verano.
Un escenario que, en última instancia, podría seguir presionando al euríbor y aplazar el ansiado alivio para miles de hipotecados.