La Fundación de las Cajas de Ahorros ha analizado la subida «significativa» de los costes de financiación después de más de un año de subidas continuadas de los tipos de interés en la zona euro para combatir la inflación, lo que ha provocado que se esté observando ya una «apreciable contracción» del crédito y un aumento del coste de la deuda.
Así se desprende del último número de Cuadernos de Información Económica, publicación editada por Funcas, en el que se revisan los efectos, ya palpables, de la normalización de la política monetaria en los bolsillos de los ciudadanos, las operaciones de las empresas y las finanzas de los gobiernos y explica que es esencial entender estas consecuencias directas en la economía y en la vida cotidiana para anticipar posibles escenarios y desafíos futuros.
Según recuerdan los expertos Santiago Carbó y Francisco Rodríguez, la financiación destinada a vivienda ha registrado un declive en los últimos meses. Solo en julio registró una caída del 2,5% en tasa interanual.
Desde julio de 2022 hasta este mes de septiembre, el BCE ha llevado a cabo 10 subidas consecutivas de los tipos de interés para intentar combatir la inflación, hasta situar el precio oficial del dinero en el 4,5%, a solo 25 puntos básicos de máximos históricos. Este endurecimiento de la política monetaria ha provocado un rally del euríbor, el indicador de referencia de la mayoría de las hipotecas en España, que ha pasado de moverse en terreno negativo a superar el 4% en apenas año y medio.
Sin embargo, Funcas pone en contexto esta cifra y asegura que no es tan alta si tenemos en cuenta una perspectiva histórica.
«Uno de los comentarios más recurrentes en la prensa es que ‘los tipos de interés suben a cotas históricas’. Sin dejar de ser cierto, requiere ciertos matices. El tipo de referencia que suele usarse, el euríbor, se implementó en 1999 como una parte del proceso de unión monetaria. No obstante, una referencia histórica comparable para España, que sigue una evolución paralela al euríbor desde 1999, es el míbor, del que se cuenta con series desde 1979″, detalla el documento.
Funcas
Como muestra el gráfico elaborado por Funcas, basado en datos del Banco de España, «los tipos de interés que servían de referencia para las hipotecas superaron incluso el 15% durante las décadas de 1980 y parte de 1990 del pasado siglo. Sí es cierto que, en una perspectiva temporal de la eurozona en el entorno de la moneda única, los tipos de interés actuales están en cotas elevadas, que casi llegan a los máximos con los que se contaba justo antes del estallido de la crisis financiera, por encima del 5%».
Pero añade que «no puede olvidarse que los factores de comportamiento son importantes en este contexto. Al menos dos generaciones incorporadas al mercado de trabajo no han conocido tipos de interés reales positivos y han pagado intereses muy reducidos por sus préstamos. La anomalía, en este sentido, no sería por tanto el nivel alcanzado por el precio del dinero sino el corto espacio de tiempo en que se ha producido».
Sube el coste de la deuda pública
Otra de las lecturas que deja el estudio es que el aumento del coste de la deuda pública también ha sido considerable. Así, por ejemplo, la rentabilidad de los bonos del Tesoro a 3 años era del -0,4% en 2021 y ha subido hasta el 3,3% en julio de 2023. El tipo de las obligaciones a 10 años ha pasado del 0,4% al 3,4%.
Las condiciones financieras son especialmente preocupantes en la esfera pública. Como señala el experto Erik Jones, la «cláusula general de salvaguardia» del Pacto de Estabilidad y Crecimiento invocada por la Comisión Europea en marzo de 2020 para permitir un gasto público adicional, resultando en un aumento pronunciado de la deuda pública, está programada para finalizar a finales de 2023.
Aunque la alta inflación pospandemia ha aligerado la carga fiscal, la reciente política restrictiva para controlarla plantea nuevos desafíos. «La realidad es que los países más endeudados de la zona euro no tienen más opción que implementar ajustes fiscales, medidas esenciales independientemente de las directrices que se establezcan a nivel europeo», ha señalado.
La subida del IVA que soportan las familias
Según el documento de Funcas, el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) soportado por los hogares aumentó de media en 2022 en 263,6 euros, de los que más de la mitad, el 52,4%, son atribuibles directamente a la inflación.
En el ámbito fiscal, una de las grandes cuestiones es qué papel está teniendo la inflación sobre la recaudación de impuestos. El experto Desiderio Romero analiza en su artículo cuánto creció el IVA soportado por los hogares en 2021 y 2022 y qué parte es atribuible exclusivamente a la inflación.
En concreto, en esos dos ejercicios, la recaudación por IVA aumentó de forma extraordinaria, el 14,9% y el 13,4%, respectivamente, según los datos publicados por la Agencia Tributaria.
Esta dinámica se ha visto impulsada, según Romero, por la alta inflación que escaló del 3,1% de 2021 al 8,4% de 2022. Los resultados del estudio muestran que la factura fiscal total de IVA aumentó en media en 2022 en 263,6 euros, de los cuales 138,2 euros (el 52,4%) son atribuibles directamente a la inflación.
En términos acumulados para 2021 y 2022, el aumento de la carga fiscal debida exclusivamente a la inflación fue de media de 297 euros por hogar. Esa cuantía sube, aproximadamente, hasta 350 euros para un hogar tipo con un nivel de gasto similar a la renta media en España en 2022 (32.200 euros).
Navarra lidera la recaudación de IVA por inflación
Por comunidades autónomas, el estudio también analiza la carga fiscal media de IVA generada por la inflación en el acumulado de los años 2021 y 2022. La mayor carga impositiva acumulada corresponde a Navarra con 341,8 euros, seguida de Galicia (340 euros) y Murcia (330 euros). Contrariamente, Canarias es la comunidad con menos recaudación acumulada (240,7 euros).
Por su parte, el estudio refleja que el IVA acumulado por inflación es mayor en los hogares que residen en municipios de menor tamaño. Este patrón en contra de los hogares que residen en zonas rurales se observa con independencia de la edad del sustentador principal (mayor o menor de 65 años) y de que existan hijos menores dentro del hogar.
En todo caso, las diferencias dentro de cada una de esas categorías de hogar son muy reducidas. Por ejemplo, en los hogares mayores de 65 años, la diferencia entre zona urbana y rural no supera en media los 25 euros (169,1 euros frente 147,6 euros).