Los últimos datos laborales que ha publicado el Gobierno parecen ser un arma de doble filo. A pesar de que el paro bajó en abril y creció la afiliación a la Seguridad Social, las consultoras especializadas en recursos humanos ponen el foco en el desplome que ha sufrido la contratación en el cuarto mes del año.
Según los datos de los Ministerios de Trabajo y la Seguridad Social, la afiliación creció en 238.436 personas en el cuarto mes del año, mientras que el paro descendió en 73.890, hasta dejar el número de desempleados por debajo de 2,8 millones. Unas cifras que, sin embargo, han venido acompañadas de una caída fuerte y generalizada de la contratación.
Desde Randstad Research explican que “los meses de abril se caracterizan por un buen comportamiento de los registros de empleo, especialmente cuando la Semana Santa se encuentra dentro del mismo mes como ha sucedido en esta ocasión. La afiliación ha mejorado las cifras de los meses de abril de años previos, lo que no ha sido así en el caso del paro registrado. Finalmente, la contratación ha descendido significativamente tanto en términos mensuales como anuales, en todas sus modalidades”.
En concreto, la contratación ha bajado un 12% respecto a marzo, con un total de 1,16 millones de contratos. En términos mensuales, el descenso de la contratación se ha producido tanto en la temporal (-10,39%) como en la indefinida (-13,83%), mientras que, en términos interanuales, la contratación indefinida cayó un 24,06% mientras y la temporal descendió un 16,59% respecto a las cifras de abril de 2022.
“Uno de los primeros resultados más llamativos es la fuerte caída de la contratación con carácter general (-20,19%), lo que por primera vez en un año ha afectado también a la contratación indefinida y no solo a la temporal. Además, la caída de la contratación indefinida ha sido mucho más intensa (-24,06%) que la temporal (-16,59%), lo que no supone una buena noticia”, recalcan desde el servicio de estudios de Randstad.
The Adecco Group Institute también pone el foco en estas cifras y alerta de que “los contratos siguen en caída libre (-12% con respecto a marzo y -20,2% interanual), lo que no es síntoma de estabilidad en el empleo ni falta de rotación. En la comparativa intermensual, han caído más los contratos indefinidos ordinarios (-20,6%) que los temporales (-10,4%), salvándose solamente los fijos discontinuos, que crecen un 2,4% con respecto a marzo, si bien todos los fijos (-24,1%) caen más que todos los temporales (-16,6%) con respecto a hace un año”.
Otro dato que destaca el centro de estudios y divulgación de la consultora es la ralentización que está registrando la afiliación y la dependencia que muestra el mercado laboral en España al sector servicios. “En abril ha habido un fuerte crecimiento de la afiliación (+1,2% intermensual) que confirma el importante componente estacional de nuestro modelo productivo y la dependencia del sector servicios, el turismo y la hostelería, pero la afiliación crece un 3% interanual, cuando hace un año crecía un 5,1%”.
Respecto al motivo que hay detrás de estos descensos generalizados de la contratación, que han sido especialmente fuertes en los contratos indefinidos, está el primer aniversario de la entrada en vigor plena de la reforma laboral. Una reforma cuyo principal objetivo era reducir la temporalidad y fomentar el empleo de larga duración.
“La reforma laboral de 2022, que limitó su alcance a una modificación en la estructura contractual, entró plenamente en vigor en el mes de abril de hace un año, por lo que resulta muy interesante comparar lo sucedido en abril de 2023 con el mismo mes del año previo, puesto que dicha comparación interanual ya se realiza sobre la base de dos meses donde la reforma estaba impactando plenamente”, comenta el servicio de estudios de Randstad. Y añade que la caída registrada “no supone una buena noticia y pone de manifiesto que el efecto de ‘sustitución’ de contratos temporales por nuevos indefinidos se ha agotado ya”.
Por otro lado, desde Randstad Research también ponen el foco en que el fenómeno de los fijos discontinuos parece haberse desinflado, puesto que caen un 22,38% respecto a los de abril de 2022. En este sentido, detalla que “la proliferación de fijos discontinuos desde la entrada en vigor de la reforma provocó una fuerte distorsión en las cifras de paro registrado, al no contabilizarse como parados a los cientos de miles de personas que, con un fijo discontinuo, pasaban a situación de inactividad. En este mes de abril vemos la otra cara de la moneda. Cuando la Hostelería (donde se han firmado muchos miles de contratos de este tipo) se reactiva por la campaña turística, el paro solo cae en 74.000 personas en abril, frente a una caída de 144.000 demandantes”.
Así, concluye, “cae fuertemente la contratación indefinida y la Hostelería saca a la luz las discrepancias entre demandantes y parados tras un año de vigencia de la reforma laboral”.