El Consejo de Gobierno de la Diputación de Guipúzcoa ha aprobado el proyecto de norma foral del Impuesto Temporal de Solidaridad de las Grandes Fortunas, además de someter el proyecto a la aprobación de las juntas generales y solicitar que se tramite por el procedimiento de urgencia, acorde con el artículo 85 del Reglamento del Parlamento foral.
La portavoz foral, Irune Berasaluze, ha indicado en rueda de prensa que esto último obedece a que «la virtualidad del nuevo impuesto debe tener efecto el 31 de diciembre del año en curso», por lo que «resulta necesario reducir los plazos de tramitación lo máximo posible» para hacer efectiva la aprobación y publicación de la norma foral con anterioridad a la citada fecha.
Berasaluze ha señalado que, a la hora de plantear la normativa por la que se ha de regular el nuevo impuesto, «resulta determinante el hecho de que este sea complementario al Impuesto sobre el Patrimonio, precisamente porque sobre este último los territorios históricos ya gozan de competencia normativa plena, al tratarse de un tributo concertado de normativa autónoma».
Así, el proyecto de norma foral se adapta a la regulación actual del impuesto sobre el Patrimonio. Según ha recordado la portavoz foral, los elementos principales del nuevo impuesto contemplan «la regulación del Impuesto sobre el Patrimonio vigente, en los aspectos relacionados con su ámbito de aplicación, exenciones, contribuyente, base imponible, base liquidable y devengo.
En esa línea, ha apuntado que, «en virtud precisamente del carácter complementario» de este impuesto con respecto al de patrimonio, «la cuota de dicho impuesto que corresponda a los contribuyentes se deduciría, en caso de ser aprobado, de la cuota del impuesto temporal de solidaridad de las grandes fortunas, a fin de evitar que se produzca una doble imposición sobre unos mismos bienes y derechos».
Finalmente, Berasaluze ha avanzado que el próximo 7 de noviembre comparecerá el diputado foral de Hacienda, Jokin Perona, en comisión en las juntas generales para explicar detalladamente el proyecto que se ha aprobado y remitido a la Cámara foral.
«Se iniciará la tramitación en sede parlamentaria y, como no puede ser de otra manera, para buscar el acuerdo para poderlo aprobar porque el equipo de Gobierno es consciente de que no tenemos la mayoría suficiente en las Juntas Generales», ha concluido.
La propuesta inicial de las Diputaciones vascas
A principios de octubre, Álava, Guipúzcoa y Vizcaya publicaron los anteproyectos de sus respectivas normas forales para poder poner en marcha esta nueva figura tributaria. Un gravamen que, además, será más laxo que en el régimen común en lo que respecta a los tipos que deberán pagar los grandes patrimonios.
Por ejemplo, se aplicará sobre los patrimonios de más de 3,2 millones de euros (frente a los 3 millones que marca como mínimo el criterio estatal). Y en Vizcaya, por ejemplo, estarán sometidos a un tipo del 1,5%, frente al 1,7% nacional.
También hay diferencias respecto a los tipos máximos: los contribuyentes con un patrimonio neto de 11 millones pagarán un tipo del 3,5% en el territorio común, mientras que se verán sometidos a un 2,1% en Álava y Guipúzcoa y a un 1,75% en Vizcaya. No obstante, sí que se aplicaría un 3,5% en todo el territorio vasco para los contribuyentes con un patrimonio de más de 16 millones de euros. En su caso, hay cuatro tramos, uno más que en el régimen común, y estos son los tipos que aplicarán a cada uno de ellos:
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