La cotización del euro frente al dólar se ha visto lastrada en los últimos días por las dudas sobre qué pasará con los tipos de interés en los próximos meses. A pesar de que parte del mercado cree que ha llegado el fin de las subidas de los tipos de interés, también está creciendo la posibilidad de que el reciente encarecimiento del petróleo y el gas aumenten las presiones inflacionistas y conlleven nuevos aumentos a futuro.
En este escenario, el euro ha llegado a poner en peligro el nivel de 1,05 dólares, acercándose así a mínimos del año. Aunque en la recta final de la semana ha rebotado levemente, se mantiene en su nivel más bajo desde marzo en su tipo de cambio frente al billete verde.
Esta caída se ha producido en medio del debate que mantienen abierto tanto el Banco Central Europeo (BCE) como la Reserva Federal de EEUU sobre la respectiva evolución de la política monetaria.
El presidente de la Reserva Federal de Minneapolis, Neel Kashkari, ha expresado recientemente que la Fed tendrá que subir, probablemente los tipos de interés, con la posibilidad de que permanezcan en este nuevo nivel durante un tiempo prolongado.
Por su parte, los rumores en Europa ante un nuevo incremento se han acrecentado en los últimos días tras las declaraciones de Frank Elderson, miembro del Comité Ejecutivo del Banco Central Europeo (BCE) y vicepresidente de su Consejo de Supervisión.
El directivo neerlandés ha asegurado que no puede darse por garantizado que los tipos «hayan alcanzado su pico» debido a la «enorme incertidumbre», ante lo que ha recordado que las decisiones en política monetaria se toman reunión a reunión en función de los datos recibidos. «Llevar a cabo predicciones sobre qué será lo siguiente que haremos no sería coherente con ese planteamiento», ha resumido.
Según una encuesta del banco de inversión Houlihan Lokey, los inversores esperan que los elevados tipos de interés persistan durante al menos nueve meses más. Es decir, al menos hasta verano de 2024.