Colliers ya ha puesto fecha a la remontada de la inversión inmobiliaria. Tras un 2023 convulso, marcado por el freno económico y las subidas de los tipos de interés, la actividad inversora se reactivará a partir del próximo verano.
Según las previsiones del equipo de Business Intelligence de la consultora, el momento más crítico se producirá en el arranque de 2024, aunque la situación irá a mejor a medida que avance el ejercicio y el BCE deje de subir los tipos de interés.
El documento afirma que «los precios teóricos de los activos deberían tocar fondo en el primer semestre de 2024» y que «lo peor del mercado quedará atrás tras el primer trimestre del próximo año, ya que se espera que los tipos de intervención toquen techo en este periodo. Esto aportará más certidumbre a los mercados, y la posibilidad de rebajas de tipos a medio plazo abrirá una buena oportunidad de inversión que, con toda seguridad, muchos ‘players’ van a aprovechar. Algunos propietarios, forzados por los vencimientos de deuda y necesidades de liquidez, asumirán el nuevo escenario y acercarán posturas de precios con los inversores, reactivando así la actividad inversora».
La consultora también afirma que “los valores nominales de los activos inmobiliarios no se recuperarán hasta pasado 2026“, por lo que los próximos dos años serán un buen momento para muchos inversores gracias a que no espera compresiones significativas de las rentabilidades al menos hasta 2026. Entonces, según sus cálculos, “la ‘prime yield’ se comprimirá hasta el 4,2% (-70 puntos básicos desde sus máximos)“.
Como explica Alberto Díaz, Managing Director de Capital Markets en Colliers, “los inversores que sepan aprovechar las oportunidades del mercado en el primer semestre de 2024, podrán obtener mejores rentabilidades gracias a la compresión de ‘yields’ que se va a producir a medio plazo y al ingreso de unas rentas que crecerán durante este periodo”. Así, insiste la consultora, ”la opción de dilatar las decisiones de venta de inversiones core puede ser razonable en términos nominales de inversión, pero supondrá un impacto negativo en los objetivos de TIR y múltiplos de los inversores en los próximos años”.
Dentro de la comunidad inversora, Colliers cree que quienes tendrán más oportunidades son los inversores privados y ‘family offices’, ya que están menos sujetos a estructuras de deuda y, por tanto, mantendrán su posición de ventaja frente a los inversores institucionales.