La logística muestra su vulnerabilidad ante las adversidades económicas. Este negocio inmobiliario no podrá emular en 2023 las cifras de inversión récord alcanzadas en los dos últimos años, según EY. La subida de tipos que está encareciendo la financiación, la incertidumbre actual del mercado y la cautela a la hora de cerrar operaciones ante las dudas sobre el impacto que la desaceleración macroeconómica tendrá en valor de los activos son algunos de los ingredientes que dificultará la salida al mercado de carteras logísticas y el cierre de transacciones.
Según la consultora, existen en el mercado potenciales transacciones en compraventa de activos logísticos por un volumen cercano a los 1.500 millones de euros, una cifra que representa casi la mitad respecto a los 2.900 millones de euros transaccionados en 2022.
La inversión de 2022 por un volumen total cercano a los 2.900 millones superó, incluso, el máximo alcanzado un año antes, cuando se firmó la mayor operación cerrada hasta el momento en el sector. Esta transacción la protagonizó Bankinter que, a través de su área de Banca de Inversión, adquirió la plataforma de activos logísticos de Montepino a CBRE Global Investors (ahora CBRE Investment Management).
Con todo en 2022 la logística representó el 17% del total de la inversión transaccionada durante ese año, un porcentaje incluso superior en 2021 cuando llegó a suponer un 24% del total.