La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, aplaza las bajadas de los tipos de interés en la eurozona hasta 2025 y da prácticamente por sentado que habrá un nuevo repunte del precio del dinero de 50 puntos básicos en la reunión que se celebrará en dos semanas.
La mandataria francesa ha reiterado en una entrevista concedida al programa ‘Espejo Público’ de Antena3 que «es muy probable» que los tipos de interés de la eurozona suban en marzo otros 50 puntos básicos (hasta alcanzar el 3,5%), mientras que ha descartado cualquier bajada del precio del dinero antes de que la inflación se haya estabilizado en línea con la meta del 2%, algo que no espera suceda al menos hasta dentro de dos años. Y también ha advirtido de que la tasa no regresará al nivel negativo de los últimos años.
«Los tipos de interés no volverán donde estaban hace unos años», ha asegurado Lagarde, y ha insistido que las proyecciones macroeconómicas de la institución apuntan a que la inflación de la eurozona retornará a la meta de estabilidad del 2% «en 2025».
Si bien ha señalado que «los tipos no se mantendrán altos para siempre», ha advertido de que solo cuando la tasa de inflación de la región del euro se haya estabilizado en línea con la meta del 2%, «entonces los tipos podrán reducirse».
En este sentido, la banquera central ha defendido la importancia de asegurarse de cumplir el objetivo de devolver la inflación al nivel de estabilidad de precios de una manera sólida para evitar bajar los tipos y tenerlos que subir de nuevo. «Eso es lo que no queremos», ha afirmado.
En todo caso, la presidenta del BCE ha reiterado de cara a la reunión del Consejo de Gobierno del próximo 16 de marzo que «es muy probable» que se decida una subida de 50 puntos básicos de los tipos de interés, ya que no existe en este momento ningún motivo para pensar que no vaya a ser así. Una hipótesis que también ha defendido esta semana Philip Lane, economista jefe del Banco Central Europeo (BCE), en una entrevista con Reuters.
Asimismo, Lagarde ha catalogado como posible que la institución continúe subiendo el precio del dinero. «Haremos lo que sea necesario para que la inflación retorne al 2%», ha resumido.
Los últimos datos oficiales sitúan la inflación en la eurozona en el 8,5% en febrero, firmando el cuarto mes de moderación, aunque la subyacente ha batido récord al alcanzar el 5,6%.
Según Lagarde, la previsión que maneja es que en marzo sya se vea «una reducción mayor por efectos de base», ya que los precios de la energía subieron sustancialmente hace un año tras el comienzo de la invasión de Ucrania. De este modo, ha subrayado la seguridad del BCE en que los precios seguirán a la baja, aunque la tasa de inflación seguirá siendo todavía demasiado alta. «Se tardará en reducir la inflación», ha sentenciado.
Familias y empresas entrarán en vulnerabilidad
El director general de Economía y Estadística del Banco de España, Ángel Gavilán, ha recordado que su institución ha avisado en los últimos meses de que un porcentaje «muy grande» de hogares y empresas entrará en situación de vulnerabilidad ante la subida de tipos y ha señalado que la evolución de la morosidad puede ser un indicador «muy retrasado» de la situación económica.
Así lo ha trasladado durante su intervención en la mesa de debate organizada por el Instituto Español de Analistas y por la Fundación ICO para presentar el Anuario del Euro 2023 y en la que ha participado junto al secretario de Estado de Economía y Apoyo a la Empresa, Gonzalo García Andrés, y la presidenta de la Asociación Bancaria Europea (AEB), Alejandra Kindelán.
Gavilán ha señalado que, en los últimos años, las familias y empresas han mantenido una «resiliencia extraordinaria», una situación que puede basarse en un cambio «estructural» de la economía, con menor volumen de deuda privada, o bien en que esta resistencia se ha basado en unos «buffers» o colchones que se han agotado. También ha puesto sobre la mesa la posibilidad de que todavía no se haya producido toda la traslación de la subida de tipos a la economía.
«Hemos venido publicando en los últimos meses distintos informes donde señalamos que hay un porcentaje muy grande o nada despreciable de hogares que, ante el aumento de los tipos de interés, va a entrar en situación de vulnerabilidad […] y lo mismo con las empresas», ha afirmado.
En este sentido, ha explicado que si las empresas que tienen deuda a corto plazo, necesitan refinanciarla a los tipos actuales, afectaría a su balance. Además, ha señalado que las empresas endeudadas «invierten menos» y esto puede afectar no solo a la estabilidad financiera, sino también a las perspectivas de crecimiento.
Otra fuente de incertidumbre que ha destacado Gavilán es la persistencia de la inflación, es decir, durante cuánto tiempo se mantendrá elevada y cómo afectará a la economía. La previsión que maneja el Banco de España es que la inflación «core» o subyacente no se desacelere de forma apreciable durante 2023, a pesar de la desaceleración significativa que registrará la tasa general del IPC.