Los precios de la vivienda en el Reino Unido registraron la mayor caída (-1,1%) en más de una década a cierre de febrero, algo que no se veía desde noviembre de 2012. Los altos tipos de interés y el incremento de los costes de vida afectaron la demanda, según los datos ofrecidos por Nationwide. Los economistas encuestados por Reuters esperaban una caída del 0,9%.
Además, la evolución de precios de febrero supone la primera reducción interanual desde junio de 2020 cuando Reino Unido se encontraba paralizada por la crisis del coronavirus. “La caída de los precios refleja la baja confianza de los compradores, así como el impacto de las presiones financieras que llevan afectando a los hogares durante algún tiempo”, afirma Robert Gardner, economista jefe de Nationwide.
Menos hipotecas y previsiones de caídas de ventas de obra nueva
El débil estado del mercado de la vivienda se confirma con los datos del Banco de Inglaterra (BoE). La firma de hipotecas para la compra de viviendas cayó a 39.600 en enero, frente a las 40.500 del mes anterior, lo que supone su nivel más bajo desde mayo de 2020. Excluyendo el inicio de la pandemia, no se veían tan pocas aprobaciones de este tipo de préstamos desde enero de 2009, cuando Gran Bretaña estaba sumida en la recesión tras la crisis bancaria.
Por otro lado, Persimmon, una de las constructoras de viviendas más grandes del Reino Unido, advirtió que las ventas de casas nuevas podrían caer hasta un 40% este año si los actuales tipos hipotecarios y la incertidumbre económica continúan deprimiendo la demanda.
El tipo de interés medio de las nuevas hipotecas aumentó al 3,9% en enero, su tasa más alta desde 2010, según mostraron los datos del BoE, y los mercados anticipan nuevos aumentos en los tipos de interés a medida que el Banco Central británico busca controlar la inflación.
El precio medio de la vivienda cayó a 257.406 libras en febrero (291.139 euros), por debajo del máximo alcanzando en agosto pasado de 273.751 libras (309.626 euros), pero todavía se encuentra 41.000 libras (46373 euros) por encima del nivel de enero de 2020, justo antes de que estallara la pandemia del coronavirus.
Además, la caída de los precios de la vivienda acumula seis meses consecutivos de bajada intermensual desde el pico de agosto, un 0,5% menos en enero, lo que marca el período más largo de contracción desde 2009.
Ajustados a la inflación, los precios de la vivienda han caído un 11% desde su punto máximo y están por debajo de su nivel previo a la pandemia, que se compara con una caída en términos reales del 19% entre 2007 y 2009, según Andrew Wishart, economista de propiedad de Capital Economics.
“Los vendedores van a tener que acostumbrarse cada vez más al hecho de que es posible que no alcancen el precio de venta de su propiedad que estiman. Ya no vemos a varias personas pujando por una propiedad como sí lo veíamos a finales de 2021 y 2022”, ha destacado Luke Thompson, asesor hipotecario de PAB Wealth Management.
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“Los precios de la vivienda continuarán cayendo durante los próximos seis meses, lo que resultaría una caída de alrededor del 8%”, agrega Gabriella Dickens, economista en Pantheon Macroeconomics. Sin embargo, espera que los precios de la vivienda volvieran a expandirse en 2024 si el BoE comienza a reducir los tipos de interés y se aliviaban las presiones sobre los precios de la energía.