El coste del espacio para almacenamiento logístico ‘prime’, entre el que se incluye el alquiler, los servicios e impuestos, no deja de incrementarse. Así, en el mundo ha crecido de media un 10,1% con respecto a lo registrado hace un año, cifra récord que supera el 8% de aumento de 2022, según datos del índice Global Warehousing Costs de Savills.
Barcelona y Madrid ocupan las posiciones 16 y 25, respectivamente, en una lista que cuenta con 52 mercados en las principales ciudades del mundo. En este sentido, Barcelona se posiciona como la segunda región más cara de Europa al registrar precios de 124,7 dólares el metro cuadrado (115,48 euros), solo superada por París y seguida de cerca por Berlín. Por su parte, Madrid cuenta con precios en zona ‘prime’ que rondan los 89 dólares anuales, lo que suponen 82,42 euros.
A la cabeza continúa Londres, la región más cara del mundo para almacenar mercancías al marcar precios alrededor de los 448,66 dólares (415,47 euros). Además, varías regiones de las islas británicas se mantienen dentro de las diez primeras de la lista.
La mayoría de las ubicaciones que han experimentado un aumento en sus costes para almacenamiento cuentan con limitaciones de suelo y un stock deficiente. No obstante, incluso ciudades que cuentan con mayor disponibilidad tras haber mejorado sus datos mantienen las subidas en los precios.
Los incrementos parecen moderarse
A pesar de ello, el informe parece mostrar una ralentización en el incremento de los costes a lo largo de los seis primeros meses del año, ya que el aumento registrado ha sido del 4,4%, frente al 5,4% de hace un año. Cabe destacar que la subida en las rentas ‘prime’ ya se encuentra por encima de la inflación, con un 11,8% anual tras combinar la deslocalización, el crecimiento del comercio online y la búsqueda de espacios mejor ubicados y más eficientes por parte de los inquilinos.
Por ello, la ralentización en el incremento de precios no permite asegurar una recuperación completa en los costes. Así, la consultora ha considerado que los aumentos en los precios han venido para quedarse, también en las ubicaciones más económicas. Precisamente en estas, el crecimiento demográfico causará una mayor demanda de bienes y servicios a largo plazo.
En las economías desarrolladas, el interés parece que se centrará en zonas mejor ubicadas y más eficientes, con un crecimiento en la búsqueda de espacios en zonas críticas y, por tanto, un aumento de las rentas. Por último, cabe destacar el coste de electricidad y gasolina, así como los gastos laborales, que han aumentado un 7,4% en el último año. Además, el precio de la gasolina sigue una tendencia a la baja, pero la electricidad continúa aumentando sus costes, lo que hace cada vez más atractivos almacenamientos autosuficientes enérgicamente o, en su defecto, más eficientes.