Una de las soluciones más interesantes para aquellas personas que tengan una hipoteca sobre la antigua vivienda, pero necesiten comprar otra casa sin haber vendido la principal, es la hipoteca puente. Algunos bancos la ofrecen como préstamo para aquellos que quieren cambiar de casa y pueden llegar a ofrecer hasta el 100 % del precio de la compraventa, sin incluir gastos ni impuestos.

El plazo máximo para la operación puede ser de hasta 30 años, aunque lógicamente todo dependerá de la situación financiera del cliente y, por supuesto, de la política del banco.  En cualquier caso, lo que te ofrece el banco es hipotecar dos casas con el mismo crédito y el dinero prestado servirá para pagar el inmueble nuevo, cancelando la hipoteca contratada sobre la casa anterior.

En este tipo de hipotecas suele proponerse al cliente un periodo de carencia de capital o la reducción de las cuotas (puede ser desde 6 meses hasta 5 años) durante el que podrá vender su vivienda habitual, de modo que tendrá cierto margen para vender la vivienda anterior sin perder la oportunidad de adquirir la casa que desea.

Si encuentras comprador (dentro del plazo acordado con el banco) podrás usar el dinero conseguido a través de la transacción para liquidar una parte de la deuda. Será, lógicamente, el importe equivalente a la hipoteca que tenías y tu deuda quedará liberada. A partir de ese momento, tu hipoteca pasará a ser normal, únicamente sobre la vivienda nueva, de modo que empezarás a pagar cuotas más elevadas (las que correspondan según lo acordado con tu banco).

¿Qué debo tener en cuenta a la hora de subrogar la hipoteca?