El fundador de Zara, Amancio Ortega, está aprovechando la crisis en el sector inmobiliario comercial para hacerse con nuevos activos más baratos, ya que los altos costes de financiación dan ventaja a los inversores sin deudas.
El grupo de inversión de Ortega, Pontegadea, que cuenta con el 59% de Inditex y su valor es de más 90.000 millones de euros, está comprando a la baja para ampliar sus inversiones inmobiliarias. El último año anunció 10 adquisiciones por un valor de 1.100 millones de euros en inmuebles logísticos, residenciales y de oficinas.
Ha elevado su cartera inmobiliaria en 20.000 millones
En su mayoría, las adquisiciones se produjeron en Europa y Estados Unidos. Los elevados costes de financiación en ambas regiones, que han limitado el volumen de transacciones en más de un 50% en el último año, no han afectado a una compañía que recibe dividendos de su participación en Inditex y no necesita endeudarse.
Tan solo en el último mes, Pontegadea ha gastado unos 100.000 millones de euros en un centro de distribución en los Países Bajos que utilizaba Primark. Junto con otra adquisición de un almacén frigorífico en Miami, el grupo ha elevado su cartera inmobiliaria en unos 20.000 millones de euros en 11 países.
Cabe destacar que la compañía rechaza la idea generalizada sobre la falta de interés inversor en las oficinas, que representan entre el 40% y el 50% de su cartera. La mayoría de los propietarios de estas oficinas han podido realizar modificaciones, pero ninguno ha realizado recortes en este aspecto.
Pontegadea reinvierte la mayoría de ese dinero, con tan solo una parte que va dirigida a Amancio Ortega y su familia cercana. El empresario dispone de un patrimonio de cerca de 91.000 millones de euros, mientras que la hija tiene una fortuna de unos 80.000 millones de euros, según Forbes.