El partido político Die Linke, (La Izquierda), propone reformar la Ley de Arrendamiento Urbanos germana para incluir el intercambio de pisos entre familias en alquiler. Su portavoz de política de Vivienda en el Bundestag, Caren Lay, defiende que “significaría que las personas mayores puedan mudarse a un apartamento más pequeño sin pagar más por su alquiler”. Die Linke formaba parte de la coalición de gobierno en Berlín cuando impusieron un control de alquileres que fue tumbado por el Constitucional alemán. Los precios en la capital se han disparado desde entonces.
Un informe del Instituto de investigación Pestel afirma que alrededor de 2,8 millones de alemanes mayores de edad necesitarían viviendas más apropiadas adaptadas a las necesidades de su edad, e incide en que apenas hay cerca de 600.000 apartamentos “sin barreras” en el mercado.
El estudio fue realizado para la Asociación Federal de Especialistas Alemanes en Materiales de Construcción (BDB), agrega que solo un 17% de los apartamentos está actualmente libre de umbrales o pisos irregulares y el 22,4% cuenta con una ducha de acceso a nivel.
“Para 2040 se necesitarán al menos 3,3 millones de hogares apropiados para personas de avanzada edad, debido al envejecimiento de la población”, ha destacado Matthias Günther, autor del estudio.
El problema de la falta de oferta en el mercado de alquiler impide que muchos jóvenes accedan a este mercado, pero también ocurre que muchos jubilados sigan viviendo en casas preparadas para una vida en familia, más grandes de las que necesitan en la actualidad, en vez de poder trasladarse a pisos más pequeños, con menos carga y adaptados a sus necesidades.
En Berlín ya hay intercambio de pisos públicos
La propuesta de Die Linke ofrece la opción de conectar a personas mayores con familias jóvenes para intercambiar sus pisos de alquiler, y que todo esté regulado bajo el amparo de la Ley de Arrendamientos Urbanos.
Esta medida, en realidad, no es novedosa. En Berlín, los inquilinos de viviendas propiedad de las administraciones públicas pueden buscar un apartamento de intercambio. Inberlinwohnen.de, por ejemplo, incluye pisos de seis asociaciones de viviendas estatales donde los arrendatarios pueden hacer un canje de casas. En muchos casos, el cambio de casa supone un aumento de costes para uno de los inquilinos, que asume el cambio. Y es que a veces el piso pequeño tiene un alquiler mucho más caro, que el piso grande, en función de dónde se encuentre.
Die Linke también exige mayor inversión en vivienda social, y pide 15.000 millones de euros para construir apartamentos para personas con ingresos bajos y medios, en busca del modelo vienés.